Higuaín y Benzema, buenos y distintos

¿Higuaín o Benzema? La respuesta es que hay partidos para todos, que los dos son muy buenos, que juegan de forma muy diferente, con lo que pueden resolver problemas diferentes y que pueden jugar juntos. Diferentes, sí, aunque ambos sean delanteros centro. Higuaín es más combativo y constante, tiene más fuerza, prefiere la pelota en largo, llega a posiciones de remate con facilidad, se ha ido haciendo cada vez más certero. Benzema es más exquisito, la prefiere al pie, combina mejor, se abre espacio para el disparo en una baldosa, suelta el tiro de forma imprevista, se maneja en espacios reducidos.

Los dos han ido a más desde su llegada. Higuaín mostró pronto sus virtudes, sobre todo la facilidad para llegar al gol, pero necesitaba cuatro ocasiones para marcar uno. Se le escapaban por muy poco, pero se le escapaban. Eso ya pasó. Benzema llegó con una frialdad irritante que nos hizo pensar a todos en Anelka, pero ha ido cambiando y ya desde finales de la temporada pasada se le vio implicado. Adelgazó, ahora persigue, se mueve, ha adquirido un grado de concentración y de interés combativo del que carecía. El duro fajador, Higuaín, se ha refinado. El fino estilista, Benzema, se ha endurecido.

Y pueden jugar los dos, ya ha ocurrido en ocasiones. O de uno en uno. Si el partido de mañana fuera contra el Barça, o una semifinal contra el United, el morbo sería mayor. No es el caso. El Olympique de Lyon no es poca cosa ni quiero decir eso, pero tampoco es la piedra de toque para definir el once estrella del Madrid. Ni estoy seguro de que lo haya. En muchos puestos (quiten ustedes a Casillas, Marcelo, Xabi Alonso, Cristiano y poco más) hay alternativas en las que podemos discutir un corto margen, según gustos, pero todas son igualmente válidas. Hoy, el uno o el otro o los dos. Las tres soluciones sirven.