Árbitros: Barça feliz, Madrid enfadado

La afición del Camp Nou es la que más satisfacción expresa con el arbitraje español, al que puntúa casi con un seis, mientras que la del Bernabéu es la más insatisfecha y puntúa con un dos, suspenso rotundo. Por en medio quedan los otros dieciocho, en una escala bastante abierta que confirma aquello de que cada cual ve la feria según le va en ella. Este dato sorprenderá menos que el del índice de popularidad, con ese vuelco entre el Madrid y el Barça que tanto ha dado que hablar, y sobre el que he de volver. En este caso, ya se sabía que el Madrid está descontento con los arbitrajes. Y que el Barça no lo está.

También en esto se han cruzado los caminos de los dos grandes. Tradicionalmente fue al revés. ¿Se queja siempre el que está detrás porque está detrás y busca excusas? ¿Está detrás porque los arbitrajes le hacen estar detrás, como pensaba el barcelonismo antes y piensa el Madrid ahora? ¿Se inclinan más los árbitros por el 'bueno', el más próximo al poder? Es el debate eterno. Ya saben lo que yo pienso: a la última pregunta mi respuesta es sí. Ahora el 'bueno' es el Barça, que también en esto ha ocupado el lugar de favorito de las instituciones (nacionales y europeas) que antes fue del Madrid.

Frente a esta encuesta están los 23 penaltis contra 8 en los tres últimos años. Pero el dato se matiza si se echa la mirada más atrás o si se tienen en cuenta las rojas y las amarillas. Y, sobre todo, lo ocurrido en la última Champions, con aquella expulsión de Pepe y la zancadilla (!?) de Cristiano a Mascherano con el cogote. En Champions, sí, no en Liga, pero en la memoria colectiva se fija en el mismo sitio. Pero, ¿y esos penaltis? ¿Está cambiando la cosa? ¿Hay efecto por las denuncias sobre el Villarato? El tiempo lo dirá. Hoy hay lo que hay: unos están contentos, los otros, lo contrario. Como siempre, pero al revés.