Una paliza al valor

Tres de los fichajes del Rayo pasaron gran parte del verano en el paro, entrenándose por su cuenta, esperando que sonase el teléfono. Los otros ocho llegaron a coste cero. Tres de sus cuatro mejores goleadores de la campaña anterior (20 tantos hizo Armenteros) ya no están. Iniciada la Liga, el técnico y varios de sus pilares aún negociaban recortes en sus fichas con los administradores concursales. El último día de mercado disponía de 700.000 euros para un central y un delantero y todos los que interesaban recibieron mejores ofertas y no llegaron.

Todo esto explica por qué este Rayo de posguerra se ha acostumbrado a vivir en condiciones extremas sin perder la osadía con la que asustó y de la que murió ayer en el Bernabéu. El set no le sacó ni un arañazo a su reputación. Movilla demostró que su carrera está muy por encima de su valor nominal. Michu y Lass son petróleo. Dejarán satisfacciones y dinero. Y Sandoval apunta muy arriba. Todos se ganaron la medalla al valor. A título póstumo.