El Sion pone en un aprieto a la UEFA

El Sion pone en un aprieto a la UEFA

En Suiza hay un señor llamado Christian Constantin embarcado en una guerra santa contra la UEFA. Y ojo, que no es un cualquiera. Se trata de un reputado arquitecto, con proyectos en su país y fuera de él, y además hombre del fútbol. Fue portero del Neuchatel y ahora es presidente del Sion y desde ese puesto desencadena esta guerra. En 2003 consiguió, vía justicia ordinaria, que su equipo fuera repuesto en Segunda tras un descenso a Tercera por supuestas irregularidades financieras. Aquello forzó a que, con nueve jornadas jugadas, se descabalara el calendario y el Sion jugara tres partidos por semana.

Ahora está en un pleito parecido: el Sion no está en la Europa League por alineación indebida de seis jugadores ante el Celtic. De nuevo la justicia le da la razón y la UEFA pretende desoír la sentencia. Y Constantin recuerda que en tal caso Suiza debe retirar a la UEFA las exenciones fiscales de que goza. La UEFA se ve en un serio aprieto porque el fútbol sólo funciona por fuera de la legislación ordinaria. No es ningún secreto. De otro modo, envuelto en los usos y plazos judiciales del mundo exterior, no podría existir en su modo actual. Ya saben: lo mejor es a veces lo contrario de lo bueno.

Pero si alguien, con talento y puntería para encontrar los puntos débiles ataca esto, lo compromete seriamente. Ya lo hizo Dupont con el caso Bosman, provocando una revolución que ha traído un desequilibrio mayor a favor de los países ricos. Lo hizo el Charleroi por la cesión de internacionales y el caso se salvó porque la UEFA, a última hora, consiguió que se retirara. Este nuevo enemigo me parece el peor de todos porque es tenaz, es inteligente y estudia los puntos débiles por donde atacar. ¿Podrá el fútbol regatear este problema? Se me hace difícil adivinar el final de este intrigante caso.