El Madrid empieza como una moto

El Madrid empieza como una moto

El Madrid se dio un festín en La Romareda, confirmando todas las buenas sensaciones de la pretemporada, Supercopa incluida. Tiene fuerza, tiene juego y tiene moral. Va y va, no descansa, sus delanteros se mueven, aparecen por cualquier zona del frente de ataque y terminan por convertirse en un agobio insoportable para la defensa contraria. A veces con pausa, a veces sin ella, en muchas ocasiones con Marcelo apareciendo en el punto de penalti... Precisión, generosidad en el ataque. Y un Cristiano más combinativo, menos egoísta y tremendamente certero. Terminó el partido con tres goles.

En el Zaragoza la figura fue, con diferencia, el portero Roberto. Eso habla de la distancia entre los dos equipos. Y de lo que es nuestra Liga ahora. Valdano recordaba en Carrusel que el Zaragoza es por historia uno de los clubes grandes del fútbol español, que el Madrid ha perdido allí muchas veces, y no hace tanto, y que cuando ha ganado le ha costado mucho. Pero ahora hay esa distancia entre otras cosas porque el Zaragoza ha tenido que vender este verano a Gabi y a Ander Herrera, y está deseando vender a Lafita y Uche, que jugaron ayer, pero que quién sabe dónde estarán a partir de septiembre.

Así es nuestro fútbol, dos muy ricos y los demás sobreviven como pueden. Claro, que a no todos les va tan mal como al Zaragoza. El Valencia, que vendió el año pasado a Villa y Silva y este año a Mata, conserva una capacidad de pegada envidiable, con ese Soldado que doblegó al Racing. El Sevilla se rehizo moralmente de su caída en Europa con un juego rápido y alegre, bien rematado por Negredo, que le sirvió para batir bien al Málaga. El Atlético gustó, aunque le faltó gol por el esperpento del tránsfer de Falcao. Hoy veremos cómo viene el Villarreal. Sí, hay dos ligas, pero la segunda tampoco es mala.