Dicen los 'mourinhologos' que esta vez no va a haber Pepe en la media ni juego embarullado, sino más bien lo mismo del Bernabéu: presión arriba, el gran tridente de ataque (Cristiano-Özil- Benzema), buena disposición atacante. En el madridismo dejó buen sabor de boca la forma en que el Madrid abordó el partido de ida, aunque finalmente no lo ganara. Mejor sabor de boca dejará aún que aborde de la misma forma el de vuelta. Después de lo que pasó en primavera, lo que más se pide de estos clásicos es buen fútbol y mejores maneras. De lo primero hubo, lo segundo aún se puede mejorar.

En ese sentido, Mourinho debe hacer un esfuerzo por contener a Pepe. Su jugada del otro día con Alves confirma que aún le bailan demonios en la cabeza. Lo peor que puede hacer un futbolista es fabricarse el cartel que Pepe se está fabricando, convertirse en carne de tarjeta y en objeto de provocación de los rivales. El fútbol es para listos. Pero si el Madrid sale a jugar y Pepe guarda su sitio en la defensa, las probabilidades de que se extravíe en entreveros peligrosos disminuyen. El Madrid tiene fútbol para ganar al Barça, por más que el otro día no lo consiguiera por los aciertos de Villa y Messi.

Claro, que el Barça saldrá mejorado hoy. Algunos titulares más, algo más de rodaje. Pero, con todo, de los últimos cinco partidos entre ambos, los que llegaron después del 5-0, sólo ha ganado uno, el de la célebre expulsión de Pepe. El Madrid ha ganado otro, y tres los han empatado. Ya no hay tanta distancia, mérito de Mourinho, y Guardiola lo sabe. De ahí sus declaraciones, siempre medidas, tratando de rebajar la euforia del entorno. Y de ahí también que le haya pedido al Barça un gran esfuerzo económico con Fàbregas y Alexis. Será un gran partido, con pronóstico abierto. Y espero que sea un partido sano.