Mourinho puede caer en la caricatura

Mourinho puede caer en la caricatura

Distribuir los partidos de cada fin de semana es complejo. Hay una ecuación por la cual en un número determinado de jornadas tiene prioridad el abierto (sábado noche), en otras Canal + (domingo noche) y en otras Digital+/Gol T, que se distribuyen el fin de semana. A todo esto, hay que dejar dos días de descanso entre partido y partido, así que quien juegue el jueves Europa League no puede ser elegido para el sábado, ni quien juegue el martes Champions, para el domingo; incluso se evita poner en domingo a los que juegan el miércoles en Champions (si se juega martes o miércoles lo impone la UEFA).

De modo que hay poco margen para andar enredando con eso, para fastidiar a Mourinho o a quien sea. Es verdad que, por ejemplo, el Madrid hubiera preferido un día más de descanso antes del Depor a cambio de un día menos antes de recibir al Málaga, pero el Depor- Madrid fue pedido para el abierto. Es sólo una (la última) de sus nueve quejas, pero analizando de forma comparada las cadencias de partidos y descansos de Barça y Madrid apenas hay diferencias significativas. Sale algo mejor el Barcelona, es cierto (el estudio va en la página cuatro, se admiten protestas o sugerencias), pero por un margen mínimo.

Guardiola mismo se quejó un día de los partidos a las diez de la noche. Apenas tuvo eco, porque Guardiola se queja poco. Pero Mourinho se queja mucho. Se queja de Clos Gómez, se queja de la estructura de su club, se queja de que a Cristiano le pegan más que a Messi, se queja de las amarillas, se queja al cuarto árbitro, se queja del calendario. Quejas posiblemente sinceras todas ellas, aunque quizá no todas acertadas, pero en todo caso excesivas. Puede caer en la caricatura y no tiene necesidad de ello. Es un gran entrenador pero corre el riesgo de que su papel de piante oficial del reino oculte sus méritos profesionales.