Empezamos esta temporada 2010 con el ansiado triunfo de un español en coches en el Dakar. Carlos Sainz inauguró así un año que quedará para la historia de nuestro deporte en general y del motor en particular, en el que nuestros pilotos se han colocado en la cima del mundo en casi todas las especialidades (no dejaré pasar una oportunidad para lamentar el desastre de Ferrari en el último GP de Abu Dhabi). Y ahora que ha comenzado la cuenta atrás para una nueva edición de la gran carrera desértica (que ya no africana), nos volvemos ambiciosos y soñamos con otro hito que se presenta muy factible: el doblete en coches y motos.

Sainz defiende título y, por tanto, figura como favorito en la categoría de cuatro ruedas. Ya sabemos que puede ser más difícil mantenerse como llegar, pero hay que confiar en el potencial del madrileño. Aunque también confieso que tengo la impresión de que su preparación para este nuevo desafío no ha sido tan concienzuda como en anteriores ocasiones (quizá me equivoque). En cuanto a las dos ruedas, Marc Coma afronta el Dakar 2011 como campeón mundial de la especialidad, aunque el éxito más prestigioso de la misma se conquista en enero y no durante el resto del año. Correrán todos con las nuevas 450cc y ése es otro desafío para el catalán, aunque ya ha demostrado que también con estas motos va muy, muy deprisa. Así que tenemos motivos para el optimismo, sería bonito empezar el nuevo curso con otra alegría de esta magnitud.