Sólo le falta un partido grande
Tengo grabada en la retina la imagen de la gran jugada de Kaká en el Camp Nou, la maniobra que deja solo a Cristiano y el error del portugués, para lucimiento de Víctor Valdés. Cierto es que en su primera visita al eterno rival como madridista salía de una lesión y el equipo blanco no transmitía las sensaciones que hoy se vislumbran con Mourinho en el banquillo. Cristiano es un fuera de serie, un jugador superlativo que bate todos los registros goleadores que el Madrid haya conocido en su historia, pero le persigue el estigma de las grandes citas. Cristiano no brilló en el Mundial y no se le recuerda un partido a la altura de su grandeza frente a un rival mayúsculo. Ha marcado goles antológicos, sueltos y de una tacada, pero su partido para la historia está por llegar.
Un dato para la reflexión. En los 19 partidos que ha jugado el Madrid este año, abrió el marcador en tres. El Clásico del lunes parece la ocasión pintiparada para reivindicar ese foco que tanto reclama. El madridismo le tiene fe ciega y se vislumbra un duelo con Leo Messi para ver quién es ahora el referente del fútbol mundial. El lunes podría ser su gran día.