Suárez es quien tiene la palabra
Hace dos años Caminero tomó la decisión de abandonar el Valladolid. El desgaste del puesto, la tensión, su cabeza en definitiva, le instaron a renunciar al proyecto en el que estaba y a marcharse. No engañó a nadie y se fue con el equipo en Primera y con los deberes terminados. Para Suárez fue un duro golpe. Cami, como él siempre le ha llamado, era su hombre de confianza y el director deportivo con el que se habían conseguido primero un ascenso, tras la temporada más brillante del club de sus últimos 15 años, y después la permanencia en Primera.
Lo que se filtró es que Caminero se marchaba porque no soportaba más algunas formas de trabajar y de regir el club del presidente. Se hizo popular el rumor de que Caminero y Suárez acabaron casi sin hablarse. Lo único que quedó claro es la marcha del club del de Leganés y la poca afortunada contratación de Roberto Olabe, con las consecuencias que todos conocemos.
Ahora, dos años después, Caminero, tras haber tenido tiempo para madurar ideas, parece dispuesto a volver a trabajar, bien de director deportivo o de entrenador a partir de 2011, cuando ya tenga el titulo. Ayer afirmó estar dispuesto a aceptar una posible oferta del club para volver a su antiguo puesto en el Valladolid. No pueden ser palabras banales. Estamos hablando de un hombre referente en este club, al que Suárez continúa valorando y que sigue con su prestigio intacto. Ahora, es una opción, una posibilidad que el club debe sopesar.