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Murray: “No soy un tramposo”


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Tomás de Cos

El tenista escocés se defendió ayer con vehemencia de la acusación de hacer trampas, vertida por su próximo rival en Wimbledon, Ernests Gulbis. Una noticia que recogen hoy los principales tabloides británicos.

En la jornada de ayer el segundo rival de Murray en esta edición de Wimbledon, el letón Ernests Gulbis, acusó a la gran esperanza del tenis británico de fingir una lesión en el último encuentro que ambos disputaron el año pasado en Queen's, con victoria del de Dunblane en tres sets.

Sin embargo, Murray insistió en que, a pesar de que existen jugadores en el circuito que no respetan las normas para conseguir una ventaja injusta, él no es uno de ellos.

Gulbis, cuya carrera ha estado patrocinada por su millonario padre, Ainars, sorprendió a todos en la víspera de su duelo en la Centre Court de hoy: “En el tercer set, él solicitó atención médica cuando íbamos 5-5. Ahora con él todo está bien. Simplemente me rompió el ritmo y por entonces yo no era un jugador lo suficientemente experimentado para afrontar eso”.

Muy al contrario que admitir su culpa, el escocés dijo que estaba sorprendido por la acusación de Gulbis e indicó que al día siguiente de aquel encuentro se retiró del torneo de Queen’s a causa de una herida en su dedo pulgar.

"Es muy decepcionante enterarse de esto. Nunca he usado las reglas que algunos jugadores usan para tratar de sacar ventaja o recuperar la iniciativa o parar a mi oponente, ni nada. Cuando jugué con él en Queen’s no fue ese el caso”. Murray afirmó además que Gulbis no dijo nada en aquel enfrentamiento: “Yo no supe que para él había sido un problema. Pero al día siguiente yo no podía empuñar la raqueta”.

“Hay muchas situaciones en los partidos en los que los jugadores hacen parones para ir al baño, ser atendidos por el fisio o retrasan su preparación al resto cuando estás tratando de servir. Pasa todo el tiempo y en el 50 % de los partidos de Wimbledon, habrá problemas con las decisiones de los jueces de línea… Es parte del juego”, afirmó. “Es un poco parecido a lo que ocurre en el fútbol con el juego sucio. Unos jugadores lo practican y otros no. Y yo soy de los que no lo hace”, sentenció.

La clave del éxito está en el miedo

Así de rotundo se expresa el escocés con respecto a sus posibilidades de ganar en Wimbledon. Murray cree que su peor enemigo es el exceso de confianza. "Lo más importante es tener claro y comprender que puedes perder cualquier partido que juegues. Uno debe esperar partidos complicados, como el que tuve en primera ronda, con situaciones complejas. Uno las espera y busca la solución. Si no esperas resistencia y luego te la encuentras, puedes caer en pánico y hacer cosas que no debes".

"Mentalmente soy bueno desde que era pequeño. Pero cuanto más fuerte eres físicamente, más calmado te vuelves y menos excusas tienes", añadió.

En concordancia con esa filosofía expresada en el párrafo anterior, el escocés habló de los problemas que le planteará Gulbis: "Es un jugador que ha plantado cara y puesto resistencia a muchos grandes jugadores en encuentros de grand slam (a Djokovic en Roland garros, a Rafa Nadal y Andy Roddick en el US Open). Todos esos partidos fueron a cuatro sets. Él toma riesgos, de modo similar a como lo hace Kendrick, aunque no sube tanto a la red. Tiene un gran servicio y conseguirá aces y puntos fáciles con su servicio, por lo que deberé ser muy sólido", apuntó.

Desde el inicio del torneo, Murray ha expresado que se siente más preparado que en otros años para conseguir su primer título de Grand Slam y no teme la presión extra que él tiene en Wimbledon. Su forma de afrontar la situación parece la correcta, aunque ello no le garantice conseguir el resultado deseado. Pero de lo que no hay duda es que en el duelo con Gulbis pueden saltar chispas.