El calendario restante nos favorece

Abel Resino ha pasado con nota el rubicón que representaban los choques con nuestros rivales directos a los puestos de Champions. Con él, el equipo ha dado una imagen radicalmente distinta a la que ofrecía con los erráticos y timoratos planteamientos de Javier Aguirre. De justicia es reconocerle que ha sabido poner remedio a las evidentes carencias que tenemos. Abel, consciente de que flaquea el centro del campo, ha optado por adelantar la defensa para que no se produzca el vacío entre líneas que existía. El equipo aparece mucho más conjuntado y con ello, el técnico ha logrado maximizar además nuestro tremendo potencial ofensivo. El tramo final del campeonato hay que encararlo, pues, con optimismo. El principal escollo está resuelto.

Estamos a solamente dos puntos de la Liga de Campeones y nos quedan once jornadas para enfrentarnos a rivales teóricamente inferiores a nosotros. Este equipo tiene mimbres para estar entre los cuatro primeros esta temporada. Ese era el objetivo principal de la temporada y la victoria ante el Villarreal en el Calderón significa un paso vital en lograrlo. Durante el próximo mercado veraniego ya habrá tiempo para armar una línea medular competitiva y, por supuesto, mejorar una defensa que se ha demostrado muy irregular a lo largo del campeonato. Acabar en puestos de Champions y traer jugadores solventes de una vez, será la mejor manera de conseguir retener al Kun Agüero y poder aspirar, por fin, a todo la próxima temporada.