Cambio radical enel vestuario

El cambio radical experimentado en el vestuario del Cádiz respecto a la pasada temporada comienza a surtir efecto. El vestuario de quienes nos llevaron a Segunda B olía mal desde el inicio, con jugadores enfrentados y en determinados casos autoritarios con poquísima vergüenza profesional. Los Parri, Casas, Nano, Contreras y algunos otros salieron por la puerta de atrás sin demostrar nada y, lo más grave, dejando constancia del poco o ningún sentimiento por el club que les pagaba. Aunque Muñoz insiste en que esto no ocurría, apenas existen argumentos que convenzan a los cadistas. Estoy más en consonancia con las manifestaciones en AS de Peguero: "Ahora sí tenemos un equipo con alma". Yo añadiría que un equipo sin nombres, pero con hombres y con la vergüenza torera a quienes se enfundan la camiseta amarilla de nuestro Cádiz.

Se nota a distancia que los actuales futbolistas están implicados en el proyecto, canteranos y no canteranos. Ayer, en la Tertulia de El Faro dejaba constancia de ello el joven Cortés, que asume la suplencia con responsabilidad y consciente de los compañeros que tiene por delante. Como argumentaba Peguero, la calidad de Ormazábal, la táctica de Rosu, la rapidez de Silva o la experiencia de Toedtli, por ejemplo, ponen de manifiesto el gran plantel que se ha confeccionado. La afición, consciente de ello, comienza a soñar con que una campaña tan sólo será suficiente para regresar a la categoría que nunca debimos perder.