No es lo mismo perder 1-0 que 4-0

Veámoslo por partes: no es un drama que Cristiano Ronaldo no fichara por el Madrid. Está en un gran club, no se decidió y eso es todo. Era una operación difícil que no salió. ¿Y Cazorla? Buen jugador, pero no merecía un clausulazo que hubiera elevado el precio a 24 millones más una bronca con el Villarreal. ¿Y Villa? Es un trueno, pero ya se sabe que el Valencia difícilmente lo iba a vender al Madrid; ese traspaso hubiera provocado un sobreprecio emocional, y además Villa juega 'de Raúl' y a Schuster se le ve cobardica con éste. ¿Y Robinho? Bueno, pues cuarenta millones son un buen precio por él. ¿O no?

Una por una esas cosas se pueden explicar pero, juntos, esos argumentos se derrumban como un castillo de naipes. Por primera vez desde que recuerdo el Madrid ha hecho un verano con superávit, es decir, que ha ingresado más por traspasos de lo que ha gastado, pero nadie se lo va a agradecer. La gente va al Bernabéu a ver un equipo bueno y paga por ello. Nadie ha ido nunca allí por si reparten el dinero que sobra. Nadie va a Cibeles a festejar un buen año económico, sino a festejar un título. Y uno por uno, esos contratiempos se pueden entender, pero juntos, no. No es lo mismo perder por 1-0 que por 4-0.

Y el Madrid ha perdido 4-0 este verano. Es lo primero que tiene que saber. Y buscar las causas. Por qué no viene ningún galáctico; por qué Robinho sale como alma que lleva el diablo; por qué al Madrid tantos clubes españoles le cierran las puertas a cal y canto, mientras el Barça puede comprarle sin drama Alves y Keita al Sevilla. Todo se le ha torcido al Madrid y puede pensar que es mala suerte, pero la suerte nunca es tan insistente, ni a favor ni en contra. Ahí hay reflexión y trabajo por hacer. Cuanto antes, mejor. Pero ignorar la verdad, ignorar que el equipo se ha debilitado, es el peor camino.