Un equipo que vale quinientos millones

Un equipo que vale quinientos millones

Con este ejemplar de AS puede usted adquirir el DVD de los cuartos de final y la semifinal de la Eurocopa: ya saben, el día de las paradas de Casillas en la tanda de penaltis (y del marcado por Cesc, entre la ansiedad de todos) y el de aquella segunda parte gloriosa ante Rusia, cuando España elevó el fútbol a la categoría de Bella Arte. No nos cansamos de celebrar esta Eurocopa, nos resistimos a despedirla. Particularmente, no estoy seguro de haber visto nunca un fútbol como el de aquella segunda mitad ante los rusos, tan técnico, tan consciente, tan dulce, tan superior en habilidad y talento.

Así ocurre, que llueven las ofertas sobre aquel grupo. Luis Aragonés ya está en el Fenerbahçe, con un sueldazo, tres millones de euros por temporada. Caché de entrenador grande. Güiza ha sido traspasado al mismo club por 17,5 millones, una bendición para el Mallorca, que con él ha hecho una operación salvadora de su economía. Y hay ofertas, de Inglaterra o Italia (y de los clubes mejores de estos países) por un buen paquete de estos jugadores: Sergio Ramos, De la Red, Senna, Xabi Alonso, Xavi, Villa, Silva y el Niño Torres, cuya cotización ha saltado ya la barrera de los cincuenta millones y sigue al alza.

En conjunto, el valor teórico de todo el grupo alcanzaría los quinientos millones. Nunca España ha tenido un grupo tan cotizado y eso confirma dos cosas. La primera, que jugar bien, lo que todos entendemos por jugar bien, merece la pena; la segunda, que cuando un grupo funciona y se quiere (como fue el caso) todos se mejoran, los unos a los otros. El resultado es que España ha explicado una nueva forma de jugar al fútbol que ha impactado de lleno en esa industria del espectáculo que son los grandes clubes ingleses e italianos. Todo el mundo quiere un pedacito de ese equipo. España está de moda.