España por fin tiene estilo: el tiqui-taca

España por fin tiene estilo: el tiqui-taca

La primera vez que escuché la expresión tiqui-taca fue en labios de Javier Clemente, y para razonar que con eso no se iba a ninguna parte. Hace dos años, cuando llegó al Madrid y armó el medio campo con Emerson y Diarra, Capello declaró que el "toque-toque no es fútbol, es ex fútbol". No lo traigo aquí para resaltar la falibilidad de estos dos personajes, cuyos conocimientos y criterios también respeto, sino para expresar que el fútbol está dividido en dos escuelas. Y ya que cuando ganó Grecia con su fútbol de cemento se predicó tanto aquello, justo es insistir ahora lo más posible el tiqui-taca.

España, campeona. Xavi Hernández (símbolo y eje de este equipo) mejor jugador del torneo. Villa, máximo goleador. Casillas, portero menos goleado, entre los que han jugado un número razonable de minutos. Torres, mejor jugador de la final. España ha tenido el balón más tiempo que nadie, ha llegado al área más, ha rematado más, le han llegado menos, le han rematado menos. Espero que se entierre para siempre esa pregunta con trampa saducea que tanto oímos: ¿Tú prefieres que tu equipo juegue bien o que gane? Bueno, pues ¿por qué elegir? Se puede jugar bien y ganar. Es más: se gana más veces jugando así.ç

Es bueno que España haya ganado, entre otras cosas, porque el vencedor despierta deseo de emulación, así que desde ahora es más probable que esa escuela que creó hace años el Barça (al que hay que agradecer mucho en esta victoria) que nace en Milla, pasa por Guardiola y sigue en Xavi, Iniesta y Cesc, sea cultivada por otros. Que no se descarte a los bajitos. Que se valore el talento más que el músculo. Que se recuerde que el mejor jugador del campeonato ha sido Xavi Hernández. A Luis tenemos que agradecerle un título, pero aún más que eso tenemos que agradecerle el habernos dado un estilo.