La necesidad del control sanguíneo

Hace años que venimos insistiendo en la necesidad de realizar los controles antidopaje sanguíneos. Primero porque el análisis de sangre permite una mejor y mayor detección de las sustancias prohibidas e incluso una mejor cuantificación de ellas. Y en segundo lugar, y más importante, porque es la mejor manera de favorecer la salud del deportista. Si lo que interesa con el control antidopaje es velar por la salud del deportista, con el control sanguíneo está garantizado. La recogida de orina en muchas ocasiones se convierte en la antítesis de lo que debe de ser la razón fundamental del control, la salud del deportista.

A veces esa recogida de orina es una odisea, ya que después de un ejercicio extenuante, el deportista tiene dificultad para orinar la cantidad suficiente que se pide para el análisis. Tiene que esperar horas a base de beber líquidos para estimular la micción, llegando incluso en ocasiones a perder el avión o haciendo esperar a sus compañeros en el autocar. Siempre se puso la excusa de que los controles sanguíneos eran muy costosos. Nos alegramos de que ahora se inicie su utilización y, en poco tiempo, sea la práctica habitual en la competición.

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