Ferguson y eso de"o mía o de la tumba"

No sé en qué acabará lo de Cristiano Ronaldo con el Madrid, y ni siquiera sé si es bueno que al final fiche o si lo bueno es lo contrario. Pero lo que sí va estando cada vez más claro es que a Ferguson el asunto le preocupa seriamente y se le nota. Ayer ha soltado a través de la BBC que él y la propiedad están de acuerdo en que mejor tenerle sin jugar, castigado en el banquillo, que venderle. Algo así como aquello de "mía o de la tumba" que tantas páginas negras ha llenado y sigue llenando. Ferguson es hombre orgulloso, y su soberbia ya sufrió con Beckham. Y con Van Nistelrooy. Y hasta con Heinze.

Pero son bravatas, claro. Hace ya tiempo que en estos asuntos no hay nada que pueda remediar la voluntad del jugador. Hace ya tiempo que cuando los jugadores, los muy buenos y los simplemente buenos (recuerden a Makelele se fue al Chelsea con las mismas) deciden cambiar de aires no hay forma de retenerlos. La técnica consiste en crear una madeja en torno al objetivo, hacerle llegar la tentación, y luego esperar que sea él (o su agente) quien complete el trabajo. Así lo hizo Florentino con Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, y de la misma forma lo está haciendo ahora Calderón.

¿Lo conseguirá? Sicológicamente se siente obligado a ello, porque a pesar de las dos ligas y de la regeneración del equipo aún hay quien le discute. Florentino traía megaestrellas y él no es capaz, y sin ellas la Champions resulta inaccesible. Esa es la acusación principal y de ahí que esté dispuesto a cualquier cosa por Cristiano Ronaldo. Y mientras, el muchacho, feliz, ronea en el centro de la escena. La esperanza madridista es que le apetezca el cambio de aires, tras haber cubierto todos sus objetivos en el Manchester. Ferguson recurre a la amenaza. El héroe se da aún dos días de espera. Hay partido.