Yo pensaba que irían por Laudrup

Yo pensaba que irían por Laudrup

Indignación popular en Barcelona, tras el papelón del Bernabéu, que vino a confirmar de manera dolorosa el declinante caminar del Barça, tan grandioso hace sólo dos años. Laporta coge una manguera para apagar el fuego, y la manguera es Guardiola, hombre que concita profundas devociones en el Barça. Acaba de empezar como entrenador. Va muy bien, tiene al Barça B como líder... pero en Tercera. Tiene inteligencia, flema y una elegancia personal que le ayudarán en el cargo, pero no deja de haber algo de tierno en su figura de entrenador. Se enfrentará a problemas nuevos. Suerte.

Yo pensaba que el Barça iría por Laudrup, que ya ha recorrido parte del camino. Por supuesto que tampoco es lo mismo trabajar con los jugadores del Getafe, jóvenes emergentes, que manejar los tremendos egos de esas megaestrellas que se sienten con derecho a todo. Pero más lejos le queda eso a quien sólo ha trabajado con el filial, poco más que chiquillos. Con Laudrup, además, el Barça podría haber recuperado para la casa a un hombre emparentado (como Guardiola) con la gran época del 'dream team'. Y, mientras, Guardiola podría haber seguido haciendo carrera y acreditándose. Sin prisa.

En todo caso, se va Rijkaard. Un buen hombre, devorado por la conducta impresentable de parte de su plantilla. Aunque en ésta hay gente extraordinariamente decente (sobre todo los de la cantera, a la postre los que más juegan y los que nunca marean) también ha habido media docena larga de impresentables que se han llevado por delante un proyecto magnífico y a un buen hombre, Rijkaard. Y, sí, Laporta ya ha cambiado de entrenador, pero él sabe que eso no era de verdad lo urgente. Lo urgente es hacer desfilar a esas 'vedettes' que entre juergas y envidias han llevado al Barça a este punto.