"En aras a la concordia institucional..."

Bueno, pues Villar envió por fin ayer un escrito al CSD haciendo como que no pedía pero que sí, si usted lo quiere ver así, que mejor que las elecciones sean después del verano. Y Lissavetzky lo recibe haciendo como que no pero que sí, y lo envía a la Junta de Garantías Electorales para ver bien qué es eso, pero que en principio que sí, que cuela. O sea, que aquí paz y después gloria. Los buenos oficios de un buen montón de gente (entre los que ha destacado Cerezo, que pasa así de ser la sonrisa del Atlético a ser la sonrisa del fútbol) han obrado el milagro. Una paz precaria, pero paz al fin.

Mejor así. "Tengas pleitos y los ganes..." reza una vieja maldición. Y existe también este adagio: "Más vale un mal acuerdo que un buen pleito". CSD y Federación estaban enfrentados por una cuestión que, en principio, no daba tanto de sí: la fecha de las elecciones, si antes o después del verano. Las dos partes recogen velas. Muy bien Será tras el verano. Villar cumplirá sus cuatro años. Queda la discusión sobre el reglamento electoral, que también será de aúpa, porque el del CSD choca con el Código Electoral FIFA en bastantes aspectos. Pero hay tiempo por delante para resolver esa cuestión. Y calma.

Hay una parte agraviada, sí, la plataforma que se nucleó en torno a Alemany, que se considera, y su razón tiene, desasistida por el CSD. Para ellos Villar ha incumplido la orden ministerial al no convocar elecciones y la supuesta petición de aplazamiento no es tal y llega fuera de plazo. Mañana se reúnen y deciden. ¿Judicializarán el asunto? Puede ser. Están en su derecho. Pero quizá sería más inteligente ir a una candidatura de consenso que le diera a Villar una salida honorable que, me consta, él mismo se plantea y desea. Esta crisis puede ser una oportunidad. Sería un acierto aprovecharla.