Sobre Helsinki, Luis y el 'amistosismo'

Sobre Helsinki, Luis y el 'amistosismo'

Otra vez España sobre la cancha, esta vez sin las tensiones previas al partido de Aarhus, en el que estaba en juego la Eurocopa. Ahora se trata de un amistoso en Finlandia, un partido que muchos discuten, porque mete a los jugadores más kilómetros y más fatiga en una temporada de por sí densa. ¿Por qué este partido? El grupo es impar y en cada jornada le toca descansar a alguien. Ahora nos toca descansar a nosotros. Pero jugamos. ¿Por qué? Pues porque ni nuestra Federación ni ninguna otra perdona una fecha internacional. Por dinero o por deseo de tener activo el equipo. De ahí este amistoso.

No hay 'amistosismo' cuando se trata de partidos de la Selección, decía Luis un día. Y sin embargo, es perceptible la diferencia entre los partidos 'de verdad' y los que no lo son. En los primeros se admiten tres cambios, que no siempre se agotan. En los otros se admiten cambios a tutiplén y se suelen agotar. Y no sólo eso: por lo que se anuncia, el equipo de salida ofrecerá titularidad a todos los que no jugaron en Aarhus. No juegan, pues, los mejores, que se supone que serían los que salieron en Aarhus, sino los siguientes, salvo alguno que repite porque no hay suplentes en número de once.

Y no me gusta. Contribuye a quitarle rigor al partido. Ya que lo de Aarhus gustó, bueno sería insistir en ello, hacernos sentir que el equipo es ese, fortalecerlo, fomentar los automatismos, ver cuáles son los recambios según las circunstancias. Eso sería utilizar en serio el partido. Aprovecharlo para que todos los que han viajado jueguen y sumen un partido es convertirlo en excursión y dar la razón a quienes piensan que para eso mejor regresar a casa, cada mochuelo a su olivo y dejar a los jugadores a disposición de sus respectivos entrenadores. No vale con decir que no hay 'amistosismo'. Hay que actuar en consecuencia.