Alonso y aquello que dijo Woody Allen

Alonso y aquello que dijo Woody Allen

Le leí una vez a Woody Allen, en entrevista concedida al Magazine de L'Equipe, que le gusta el espectáculo deportivo por su increíble capacidad para cambiar de golpe la atmósfera, para dar un vuelco al argumento en segundos y proponer otro final. Algo que ni los mejores autores de teatro ni los mejores guionistas de cine pueden conseguir. Lo recordé ayer, cuando vi la forma inaudita en que Hamilton malogró, al menos por dos semanas, un título que tenía a mano. ¡Salirse cuando entraba en el pit lane! Claro, que todo tiene su por qué. El empecinamiento en mirar a Alonso les bloqueó a él y a su escudería.

"No estábamos corriendo contra Kimi, estábamos corriendo contra Alonso", se le escapó (o no) a Ron Dennis al final. De ahí el estropicio, que deja el título de nuevo al alcance de Alonso, aunque sea por medio de otro milagro. Y que mete a Kimi en el campo de las posibilidades. Hoy es inevitable pensar que sin la sanción de Hungría Alonso sería líder claro. Y que si a Hamilton le hubieran sancionado por el disparate de Fuji tras el 'safety car' (de consecuencias lesivas para dos compañeros de parrilla), también. Con dos fallos justos en esas dos ocasiones, Alonso sería muy probablemente campeón ya.

Lo digo porque es de justicia gritar ya de una vez que Alonso juega en cancha contraria. La organización y su equipo tienen una natural devoción por la 'Union Jack' y Alonso les ha estorbado para todo lo que no fuera mejorar el coche que iba a pilotar Hamilton. No hay que temer a la verdad, y la verdad es esa. Por eso tiene un mérito extraordinario que tras estos meses tan ingratos esté todavía ahí, a cuatro puntos del título con todo en contra, sonriente y seguro de sí mismo. Y dando gracias a la afición por su apoyo, dicho sea de paso. Es cierto, aún falta otro milagro. Pero como dijo Woody Allen...