El Madrid se apunta a la escuela 'oranje'

El Madrid presentará hoy a Sneijder y Drenthe. Ya estaba Van Nistelrooy y sigue la porfía por incorporar a Robben. De llegar este, se juntarían cuatro holandeses, y me hago a la idea de los cuatro como titulares. El Madrid se va deslizando suavemente de la escuela brasileña, cuyos valores son tan conocidos como sus defectos, a la holandesa. Holanda es país pequeño, incorporado tardíamente (en términos históricos) al concierto de las grandes potencias futbolísticas, pero desde los años de Cruyff ha definido su juego por una personalidad hecha de juego ofensivo y por las alas. La Naranja Mecánica, o sea.

Cruyff es un enamorado de los extremos: "Al que inventó los carrileros habría que matarle", ha dicho alguna vez. Los carrileros son laterales venidos a más, laterales que se disfrazan de extremos en fases del partido para dar el pego. Cruyff y Holanda aman el juego por los extremos y allí aún se cultivan, y por eso salen de cuando en cuando. Robben es extremo puro. Drenthe puede serlo, o aspira a serlo, aunque ha iniciado su carrera como lateral. Sneijder no es extremo, sino armador, pero participa del gusto general de aquella escuela y arma con un ojo puesto en cada banda, dispuesto a alimentar a los extremos.

Todos ellos lo van a tener difícil, porque el Madrid vive entre mil exigencias y ya tengo dicho que de Kaká y Cristiano Ronaldo para abajo todos los fichajes parecen regularcillos y muy caros. Pero les espera aquí un hermano mayor, Van Nistelrooy, que ha ganado respeto para cuatro, y aparecer así en grupo les permitirá ayudarse unos a otros. Y, si vienen los tres (espero que lo de Robben se arregle) llegan como agua de mayo, porque son justo lo que el Madrid más necesita ahora: dos zurdos y un organizador. Aunque Sneijder quizá signifique que a Guti ¡ay! se le vaya a escapar otro tren, quizá el último.