En abril ya eran los campeones

Vive el barcelonismo sumido en un estado de shock, incredulidad y rozando la depresión. Si todo hubiera ido como estaba preparado por ellos, hace semanas que el campeonato hubiera acabado y que el Barça triomfant de Joan Laporta hubiera alzado su tercera Liga. Pero desde hace una semana ya no dependen de ellos mismos. Los últimos resultados comenzaron a mostrar lo que mucha gente ya veía, pero que más de un habitante en los despachos del Camp Nou ha querido pasar por alto. Fueron pasando las semanas y la ventaja con los rivales se ha diluido hasta la nada. El margen se acabó. El gol de Ricardo Sobis fue una patada allá donde más duele para unos aficionados que creían lo que decía su máximo dirigente y que ahora ya dudan de todo ello.

Acostumbrados a ver al Barça en lo más alto de las clasificaciones en los últimos años, ahora resulta que todos deben levantar el cuello para encontrar al Madrid. Y el retrovisor deberá estar bien ajustado, no sea que el Sevilla bicampeón de la UEFA amague y los adelante en la clasificación. ¡Y dónde se la juega el Barça! El Manzanares no ha sido un estadio muy propicio para los azulgrana en los últimos años. Allá se han cosechado derrotas que si hoy se repiten, el barcelonismo comenzará a hacer cola para ir a enterrar un proyecto que prometía mucho y sí, dio dos Ligas y una Champions, pero no es desmesurado decir que todos los culés del mundo creían que estaban ante su mejor Barça, el de toda la historia. Y eso que hace un mes ya iban a ser los campeones.