Capello, entre los casados y los solteros

El Bernabéu podrá aplaudir esta noche a Beckham, ante ese Betis renacido de la mano de Luis Fernández. El mismo Betis que eliminó al Madrid de la Copa hace nada, casi sin pretenderlo, con todos los suplentes y un par de debutantes. El Bernabéu, decía, podrá aplaudir a Beckham esta noche, y espero que unas cuantas más. El exabrupto de Capello le dejó en mal lugar en su día y le deja sólo regular ahora que ha rectificado. Porque ¿quién recupera esos dos meses en los que faltó? En todo caso, ya se sabe: más júbilo hay en el cielo por un pecador arrepentido que por cien justos que hacen penitencia.

Arrepentido Capello, bien podría el Madrid en lo posible reconducir, también como institución, el trato con Beckham y con los Galaxy, y hasta invitarles al Trofeo Bernabéu. John Carlin lanzó en este periódico la idea de que el Madrid podría aprovechar la marcha de Beckham allá para tener un contacto comercial y deportivo con aquel nuevo mundo futbolístico. Beckham ha querido y quiere al Madrid, me consta, y le duele irse sin títulos y tras unos años tan convulsos. Y seguro que le gustaría mantener el contacto y servir de algún tipo de enlace con aquel fútbol. ¿No quiere el Madrid ser universal?

Vuelve Beckham pero eso tampoco garantiza una noche feliz al Bernabéu, no lo olvidemos. También vuelve el Betis, que ha ido a mejor. ¿Y el Madrid? Capello anda dudando entre el equipo de solteros, ese equipo joven, Sub-25, con el que se reconstruyó fugazmente la ilusión tras la Navidad, y el de casados, los treintañeros, con los que consiguió la equívoca victoria de Anoeta. Con Emerson ahí en medio, Cannavaro dando el cante atrás, Raúl cerrando el paso a Higuaín y todo lo que ustedes quieran poner. A cada resultado malo, un bandazo. Eso es este Madrid,que hoy al menos agradece la sonrisa de Beckham.