Camina sobre el alambre, pero camina

El Madrid camina sobre el alambre, pero camina. El tiro de Reyes que limpió de telarañas la escuadra limpió también de telarañas el ánimo de los madridistas, que viven en un suspiro, resultado a resultado. El Madrid se acostó colíder, aunque siempre obligado a mirar con reserva esa posición, dado que el Barça tiene un partido menos que, por cierto, va a recuperar el miércoles. En todo caso está ahí arriba. Pero la Liga se aprieta y el cuarto puesto, que viene a ser el 'minimo minimorum' para los blancos, va a ser muy cotizado. El Valencia ha curado a sus lesionados y el Atlético también está ahí.

De todas formas, y con todos los defectos, este Madrid me gusta más que lo que había antes, porque veo que tiene una proyección. Es un equipo joven, Gago e Higuaín lo arman, Torres es una aparición ilusionante y ha vuelto el sentido de equipo, y espero que dure. El gol se cantó como si se tratara de la eliminación del Bayern en Europa. Inevitable la comparación con la frialdad de once meses atrás, cuando Sergio Ramos se sintió casi en falta por meter gol. Claro que al equipo le falta lo principal: dos o tres arriba de verdad buenos. La tripleta de ataque está siendo de una nulidad asombrosa.

Rescatando, eso sí, el tiro de Reyes. Sin poder destacar en nada ni a Van Nistelrooy ni a Robinho. Con jugadores competentes ahí arriba este equipo sería de verdad bueno. Con estrellas como las que tuvo hasta hace nada sería un equipo extraordinario. Habrá que comprarlas, si queda dinero después de las jaimitadas de Capello, cuyo primer proyecto se ha convertido ya en una carísima hipoteca a tres años, que es el tiempo que tienen comprometido él y su guardia pretoriana de puretas sin provecho. Ahora presume de la condición psicofísica del equipo. En realidad, lo que hay son Gago e Higuaín.