A Iker le deben una Copa
No es cuestión de hacer apología del alcohol como los entusiastas simpatizantes del Cádiz, pero estarán de acuerdo conmigo en que el fútbol le debe a Casillas un Copa. La del Rey. Este ángel volador de 24 añitos ya se ha bebido dos Champions, dos Ligas, una Intercontinental y un puñado de Supercopas nacionales y de la UE. Pero nuestra Copa ni olerla. Se perdió la final del Centenariazo, comiéndose los guantes en el banquillo del Santiago Bernabéu, mientras el título se le escapaba a César entre sus piernas. Volvió a ser actor secundario en la final de Montjuïc, donde acabó muerto de frío en una destartalada pista de atletismo mientras Galletti dejaba de nuevo en evidencia a César con un zapatazo desde la pampa argentina. Dos de dos...
La desgraciada lesión de Diego López ha abierto las puertas a Iker para que salde esta deuda con la historia. Yo comparto su sueño. Ojalá la final del 12 de abril se juegue en Riazor ante el Depor de Caparrós. Devolverle la humillación de aquel triste 6 de marzo de 2002 y poder cantarle, sin ira, el cumpleaños feliz a la apasionada afición gallega en su 100 cumpleaños no tendría precio. El fútbol y la vida siempre te conceden una revancha. Iker, tú tranquilo. A la tercera irá la vencida.