Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy, cumplía ayer 90 años. El empresario, que lo celebraba en una fiesta con su familia y amigos, fundó un imperio valorado actualmente en unos 500 millones de dólares.

La estampa más popular del magnate es, sin duda rodeado de sus famosas “conejitas”, modelos y jóvenes bellezas. Algunas de las más famosas “chicas Playboy" de todos los tiempos han sido rostros tan conocidos como: Carmen Electra, Rachel West, Pamela Anderson, Anna Nicole Smith, Farrah Fawcett, Bo Derek o Kim Basinger.

Actualmente está casado con la “conejita” Crystal Harris, 60 años menor que él. Este es el tercer matrimonio del magante al que se le atribuyen miles de historias amorosas, e incluso llegó a tener ocho novias viviendo con él en su famosa mansión de Beverly Hills.Tonight's Mansion movie is "Harvey." 

La historia de su éxito empezó, según cuenta él mismo, con un gran desamor. Un joven Hefner se enamoraba, con solo 16 años de Betty Conklin. Betty trabajaba en un bar y aprendió a bailar “jitterburg” junto a Hugh. Pero poco después le rompia el corazón y le abandonaba por otro chico procedente de un entorno mucho más puritano.

Hefner, que cambió para siempre la percepción que se tenía del sexo en la recatada sociedad americana de la época, recuerda que después de aquélla decepción cambió todo su vestuario y se reinventó como “Hef”.

En su juventud, el dueño de Playboy, dibujaba para el periódico del instituto unos cómics en los que diseñó su propio universo en el que él era el chico más popular de la escuela. Cuando escribió los textos para la primera edición de “Playboy”, después de que los directivos de Squire le negaran un aumento de sueldo de 5 dólares, jamás imaginó la gran aceptación que tendría.

La primera edición de la revista traía en la portada la imagen de una bellísima Marilyn Monroe completamente vestida. Pero en el interior aparecía totalmente desnuda en unas fotografías tomadas años antes.

Sus consejos para relacionarse con el sexo opuesto, las imágenes de desnudos y las entrevistas buscaban dar algo diferente a la parte más puritana de Estados Unidos. Hefner, que ya triunfaba dentro y fuera de sus fronteras, se adelantaba a su tiempo y exponía, en los diferentes programas de televisión de la época, su visión sobre la libertad sexual, sobre los derechos de los gays y lebianas, y sobre la igualda entre blancos y negros.

Por otro lado, Hugh siempre ha encontrado la más férrea oposición por parte de los colectivos feministas que le han acusado de mostrar un estilo de vida en el que las mujeres han sido degradas al papel de simples objetos de placer para los hombres.