Si el año pasado la ceremonia estuvo marcada por la reivindicación sobre la igualdad de las mujeres y los hombres, este año la gran protagonista es la reivindicación sobre la diversidad racial.

La ausencia de nominados negros o de origen latino desata la protesta de actores como Will Smith, que ha declinado asistir a la gala, y la proliferación de lazos marrones reivindicando la diversidad racial y la visibilidad de las minorías.

La Academia entona un tibio 'mea culpa' por la igualdad e incluso se plantea modificar la composición de los miembros del jurado.

Por su parte, la cantante transexual Anonhi, nominada al Oscar a la mejor canción por el tema 'Manta Ray' del documental Racing Extinction, declina asistir, al no ser invitada a actuar, como viene siendo tradición: “Ahí estaba, sintiendo cómo me picaba la vergüenza que me recordaba de aquellas afirmaciones de EE UU sobre mi ser inadecuada, por transgénero. Me di la vuelta y me fui a casa”, ha explicado en un extenso comunicado en su perfil de Facebook.

En el capítulo anecdotario, si el año pasado, la polémica Sonia Monroy quiso 'liarla' colándose en la alfombra roja, este año tiene competidor (o pupilo). Un espontáneo con barba hipster y pelucón rubio, enfundado en un vestido rojo ceñido, ha captado la atención de los flashes en los previos al desfile de estrellas en la alfombra roja.