Una de las más viejas y manidas frases del fútbol es que quien perdona lo paga. Tuvimos una gran muestra de ello en el Sevilla-Barça, en el que el líder estuvo a punto de perder el invicto.
PorAlfredo Relaño
En el Barça-Girona se produjo una situación que rozó lo chusco. Luis Suárez, al que árbitros y liniers le han permitido llegar hasta aquí con sólo cuatro amarillas, se trabajó con afán la quinta.
PorAlfredo Relaño
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