La gran oportunidad de Sainz
Jacques Villeneuve, campeón en 1997, critica la actitud de Leclerc ante la estrategia de Ferrari y confía en un despegue total de Carlos tras su victoria: “Puede remontar”.
Mientras España sigue soñando con la primera victoria de Carlos Sainz, en Italia se cuestiona ya la división de poderes en Ferrari. La estrategia de la Scuderia ha levantado ampollas, optando por parar al español y no a Charles Leclerc, más cerca del Mundial, ante la debacle de Max Verstappen, con problemas en su Red Bull. Se tuvieron que arriesgar y, sumado a un ‘stop inventing’ del madrileño que ya es historia del deporte, la primera victoria acabó por llegar después de años de lucha. Lo había rozado en las últimas citas de Mónaco y Canadá, pero el destino quiso que la gran celebración llegara en Silverstone, tras una carrera para el recuerdo.
Mientras la mitad de box rojo celebraba con ansias la gran esperada victoria, que además alivia mucho la presión de Sainz, en el otro lado las caras eran más largas. Charles Leclerc no pudo ocultar su “enorme decepción” tras una carrera en la que se sentía fuerte pese a los daños de su monoplaza. La frustración estaba presente, pero entendió la decisión y no dudó en felicitar a su compañero de equipo. Sin embargo, su comportamiento no fue del agrado de muchos. De hecho, trascendió una conversación con Mattia Binotto, jefe de equipo de Ferrari, al finalizar la carrera, donde el italiano trataba de calmar al monegasco, visiblemente molesto por la estrategia acordada. Al fin y al cabo se había perdido una oportunidad única para remontar puntos en el Mundial.
Entre las muchas opiniones, Jacques Villeneuve, campeón de F1 en 1997, fue crítico con Leclerc. “Habló como si ya hubiera sido declarado el líder final y no lo es, ni lo es según el contrato”, indica el ex piloto en su columna, dentro del portal web de Países Bajos Formule 1, donde además insta a Ferrari a “trabajar en su comunicación”. Asegura que la Scuderia “no estará muy contenta con el tono de la radio”, que dejó en evidencia a la marca. “No tiene sentido presionar, todo se transmite y eso tampoco es bueno para Ferrari. Hazlo en privado después de la carrera”, añade el canadiense, quien no descartaría a ninguno de los dos pilotos para la lucha por el Mundial.
Presión y oportunidades
“Es demasiado pronto para eso, Sainz todavía tiene una oportunidad. Sumó buenos puntos y puede remontar después de un buen resultado y un mal día de competición. Tomar una decisión demasiado pronto mientras dos pilotos tienen la oportunidad de ganar el título también puede costarle la cabeza como equipo”, explica, recordando la temporada de 1999, cuando “Eddie Irvine dejó muchos puntos a Michael Schumacher” para acabar perdiendo el Mundial. Desbloqueado el primer triunfo, el dolor de cabeza recae en el muro de Ferrari. El Mundial llega al ecuador de la temporada con Verstappen como líder, con Sainz a 54 puntos de la cabeza y Leclerc tan solo once puntos por encima del español.
En cualquier caso, la primera victoria alivia la presión de Sainz y Villeneuve admite que tiene “curiosidad por ver si la presión de luchar por el campeonato le afectará”, aunque “es un chico inteligente y sensato, con un buen coche”. “Algunos sucumben a la presión o disminuyen la velocidad. Otros se lanzan y son imparables, como ocurrió con Verstappen”, añade, pero con un pensamiento claro: “Carlos Sainz ya no es el hijo de Carlos Sainz. Es Carlos Sainz”.