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La batalla de Alonso y Vettel que no se vio en televisión

Ambos llegaron emparejados a la línea de meta y solo once milésimas privaron al español de hacerse con la sexta plaza. “Ha sido muy agresivo”, dice el de Aston Martin.

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No quedarán muchas más. Incluso ésta pudo ser la última batalla que compartirán dos grandes campeones del mundo. Y el planeta no la pudo ver en directo. La realización se la perdió al mostrar la pelea entre Checo Pérez y Charles Leclerc, la que acabó decidiendo el bicampeonato de Max Verstappen por una sanción al monegasco, con confusión incluida. Todo mientras Sebastian Vettel y Fernando Alonso protagonizaban otro de los grandes momentos del fin de semana en Japón. Un nuevo mano a mano entre los dos que, sin duda, trajo de vuelta grandes recuerdos del pasado. Once milésimas decidieron el duelo, con una imagen que ya queda para la historia de la Fórmula 1.

Sebastian Vettel está a cuatro carreras de cruzar su última bandera a cuadros en el Mundial y, es muy probable, que un mano a mano así no se vuelva a repetir. Al menos no de manera tan igualada. El alemán entraba a meta con el Alpine de Alonso en paralelo, piloto con el que ha protagonizado grandes batallas a lo largo de su carrera deportiva y a quien, una vez más, pudo batir sobre la línea de meta. Se llevó la sexta plaza delante de una afición que rugía en las gradas, en su última visita a uno de sus circuitos favoritos, Suzuka, donde volvió a ser protagonista. No solo por su último baile con el asturiano, si no por su impresionante remontada después de que ambos se tocaran en la salida, antes de la bandera roja. Entonces, el alemán se quedó descolgado en las últimas posiciones y, en la resalida, supo leer las condiciones de la pista mucho antes que sus rivales. Fue el primero en entrar a boxes y cambiar a intermedios cuando todos seguían rodando con extremos de lluvia.

Ahí comenzó una nueva carrera para Vettel. Ganó tanta que se volvió a encontrar con Fernando Alonso en los últimos compases de la carrera. Y hubo tensión. Se veía a través de las cámaras onboard del alemán, pero ambos dieron una lección de juego limpio. Un mano a mano que se cargó de respeto entre los dos, sin toques y con un Vettel que acabó siendo el mejor piloto del día. No lo captaron las cámaras de televisión, pero sí los aficionados en las gradas, quienes no pudieron dejar pasar inadvertido este momento para la historia. El alemán se mostró más que satisfecho con su logro, aunque admitió que los monoplazas estuvieron “muy próximos a tocarse”. “Digamos que fue un poco agresivo”, añadió el cuatro veces campeón del mundo sobre la actuación de Alonso.

Un mano a mano que, además, llegó en un momento de completa confusión para Fernando. “No sabíamos si era la última vuelta de carrera, me avisaron en la última curva. Creo que era lo mismo para todos, pero en el coche se sintió un poco de caos dentro del equipo y no estaba del todo satisfecho”, añadía el español, de nuevo molesto por las actuaciones de Alpine. Sin embargo, disfrutó de la batalla porque no dudó en compartir en sus redes sociales la instantánea de ambos monoplazas en la recta de meta. Y, además, explicó el primer toque con el alemán: “Él salió mal y yo me tiré a la izquierda porque salí bien, pero tuve un poco de ‘aquaplaning’, perdí ligeramente el coche, nos tocamos y ahí lo perdí del todo”. Reflexiones de un Alonso que, casualidades de la vida, acabará ocupando la plaza de Vettel en Aston Martin.

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