"Nos parecemos más a Disney que al Real Madrid"
Fernando Piquer, Gonzalo Gobert-Cézanne, Juan de Dios Aguirre y Sofía Miranda, desde el Pro Foro Industria y Deporte, ponen en valor la relación del deporte y el entretenimiento.
"La vida tiene una cosa clara: es constante cambio". Y no le falta razón a Sofia Miranda, concejala delegada de Deporte del Ayuntamiento de Madrid, que no faltó a la mesa redonda del Pro Foro de Industria y Deporte. Las modas cambian y, al igual que muchos otros ámbitos de la vida, el deporte se ve obligado a evolucionar con ellas. Ya no se trata sólo de la acción o del juego, el deporte es ya un entretenimiento para el espectador, que busca nuevas experiencias que le inviten a volver y, en especial, a seguir enganchado al deporte. Conjuntar todo en un mismo espectáculo, porque ya no importa tanto el juego, el deporte involucra ya "el arte, la música y la forma de vestir". Y en eso, Madrid puede presumir de ser una ciudad emblemática, con un catálogo de deportes cada vez mayor. Por tanto, también de experiencias al alcance de muchos.
"No se trata de ir, si no de experimentar, de sentirlo. Lo que nos marca es que recordamos lo que sentimos, no lo que vivimos. Hay que crear eventos que puedan dejar legado en la ciudad", recordaba Miranda desde la charla 'Sportainment: el binomio que dinamiza la industria', poniendo en valor la llegada de nuevos deportes, que también necesitan voz y visibilidad en una sociedad marcada por las redes sociales y los jóvenes, cada vez más demandantes de las nuevas tendencias. Prueba de ello fue el Madrid Urban Sports, todo un éxito con 42.000 personas viviendo el evento y donde los jóvenes, lejos de buscar botellones, regresaban con sus BMX o skates para practicar deporte con competidores de alto nivel. Toda una lección: Ganar en experiencias para aumentar la práctica deportiva.
Nadie en esta mesa redonda pone en duda que el deporte ya ha cambiado. Se ve en la audiencia más joven (la Fórmula 1 es experto en ello), esa que se engancha a los nuevos deportes por las redes sociales y que, además, consume en "cápsulas muy cortas". Lo tienen "en la palma de la mano", lejos de la dificultad que ya supone ver el fútbol o el baloncesto, desde plataformas privadas que hacen perder su interés. "Si queremos enganchar a la gente joven y no lo estamos haciendo, igual es que estamos en una plataforma en la que no deberíamos estar", advierte la consejera delegada, invitando a una reflexión sobre la emisión de deportes en abierto, pero también de los tiempos porque, pese a la expectación que genera un partido como el de Nadal y Djokovic, los más jóvenes no ceden cuatro horas de su vida frente a un televisor.
Avance a las plataformas más digitales
Por eso, los deportes tradicionales buscan cada vez más peso en las redes sociales (también demandado por las marcas). Y, en eso, la pandemia también influyó mucho. Los eSports ganaron peso durante los meses de confinamiento porque, como recuerda Fernando Piquer, fundador y directos general de Movistar Riders, "los videojuegos han existido siempre" y "es el único entorno competitivo que no ha parado en la pandemia". Incluso siendo "un fenómeno relativamente nuevo", todos los deportes se fijaron en ellos: Fórmula 1 y MotoGP crearon competiciones digitales con sus propios pilotos, buscando enganchar y entretener a la gente ante la falta de carreras convencionales. Para su suerte, funcionó, porque muchos acabaron enganchándose cuando las temporadas pudieron dar su pistoletazo de salida y ya visitan los circuitos.
"Deportistas profesionales, que no podían entrenar, empezaban a jugar en sus plataformas de Twitch. Es un nuevo concepto de entretenimiento competitivo", apuntaba Piquer, que ve en este aumento la ilusión de la gente por acercarse a los jugadores profesionales. "Nos parecemos más a Disney que al Real Madrid", porque van más allá del deporte y buscan el entretenimiento de los espectadores. Pero también con la intención de conectar con otro tipo de público: los mayores, a quienes les cuesta entender el furor de los eSports, atrapado en el estigma del videojuego como algo solitario. "El desafío es contrario al deporte tradicional", pero aún siendo complicado, buscan experiencias donde las familias puedan disfrutar de tiempo juntos y, sobre todo, de calidad. De ahí la necesidad de crear eventos físicos, como el Movistar Riders Family Day.
Tras el COVID
Puede que la tendencia lleve a pensar que la pandemia haya sido algo perjudicial para el deporte. Lo fue con los eventos a puerta cerrada, pero también ha crecido la expectación por los eventos presenciales. "La gente ha tenido ganas de todo. Los últimos eventos son muy exitosos porque viene mucha gente y tiene ganas de hacer muchas cosas", confesaba Gonzalo Gobert-Cézanne, director general de Cheste, que vio en el 2021 una de sus mejores entradas desde 2015, cuando Jorge Lorenzo y Valentino Rossi se jugaron el Mundial de MotoGP. También lo ha notado el tenis porque, tal y como cuenta Juan de Dios Aguirre, socio de Tennium, pese a la mayor inversión que han hecho en el Godó (y si correspondiente aumento del precio de las entradas), el éxito estuvo garantizado. Quizás no con la suerte que esperaban, porque la lluvia obligó a devolver dinero por la falta de acción en pista. Aún así, la acogida fue mayor que en 2019. "Tras el COVID, hay mucha gente que quiere eventos presenciales", apunta.
Pero también más experiencias. Por ello, la tendencia está en ampliar la oferta a los consumidores, que buscan eventos con experiencias únicas. En el Circuito de Cheste lo tienen claro: "Tenemos dos obsesiones: construir dos zonas vips. Planteamos, tanto por arriba como por abajo, nuevos proyectos que aumenten esa experiencia. Un producto muy exclusivo, el mejor hotel de la Comunidad Valenciana, un espacio en el lago que tenemos, comida... Pero por abajo también hay un dicho muy interesante", explica, para quienes han creado una zona exclusiva en la que se incluye una entrada general para el gran premio, con un precio al alcance de muchos aficionados. "El COVID ha ayudado al deporte", sentencia Sofia Miranda, convencida de que la ola podrá mantenerse con la llegada de nuevas generaciones y una mayor inversión en nuevos deportes.