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MOTOGP

Yamaha sigue el camino de Honda

Al igual que ocurrió con Márquez en el seno de HRC, ahora la marca de los diapasones tan solo está siendo competitiva con un único piloto: Quartararo.

Quartararo con la Yamaha durante un GP de 2022.
MotoGP

No hace falta echar la vista demasiado atrás en el tiempo, para recuperar todas las críticas que recibió Honda en la labor de desarrollo que repercutía a la RC213V. La marca del ala dorada fue acusada de crear una moto pensada para Márquez hasta en el más mínimo detalle y lo que podría ser un problema, pasó de condicional a presente con la baja del ilerdense en 2020. HRC vivió su época más amarga en el Mundial, con una sequía nunca antes vista de 21 grandes premios sin victoria que se trasladó hasta el curso siguiente y precisamente fue Marc, quien salvó a la marca japonesa para devolverla hasta lo más alto.

Entonces el de Cervera consiguió hacerse de nuevo a una moto mucho más compleja para su pilotaje a día de hoy, y dentro de una marca en la que ninguno de sus cuatro pilotos (contando también a Pol, Álex Márquez y Nakagami) consiguen ser competitivos en la actualidad, el Mundial ya ha encontrado un relevo a esa época gloriosa pero frustrante que vivieron junto a Marc. Yamaha ha recogido el lastre que arrastró Honda, lidiando en sus filas con un piloto competitivo que milita en la parrilla como vigente campeón del mundo y líder del Mundial, para maquillar la realidad por la que atraviesa el resto de miembros de la estructura.

Quartararo es el líder indiscutible dentro de la marca de los diapasones. Desde Yamaha creyeron en él y su despegue definitivo en el segundo curso junto a la estructura satélite, terminó de convencer a los altos cargos de Iwata para salir a pelear el Mundial con el francés. Fue dicho y hecho en junto a una marca que, pese a atravesar por un momento dulce gracias a El Diablo, entró en una espiral negativa con el resto de monturas que se ha acentuado en la temporada actual. Los problemas de 2021 no fueron demasiado relevantes por las circunstancias. Valentino era incapaz de mantener el nivel que exigía la categoría reina en ese momento y una lesión apartó a Morbidelli, dejando una escena que prometía un salto de calidad para el nuevo año.

Sin embargo la realidad es bien diferente. Más allá de que la M1 se haya convertido en la montura que menos ha evolucionado durante el invierno, solo Quartararo es capaz de codear a la moto japonesa entre las primeras posiciones de una parrilla que atraviesa por su momento más igualado de la historia. Todos los fabricantes aspiran a todo y sin embargo, la Yamaha solo es capaz de hacerlo con un piloto que no ha pedido nada extraordinario y simplemente se ha adaptado como un guante a la moto más dócil de toda la categoría. Algo que Morbidelli consiguió en su momento ganándose el asiento oficial, pese a que ahora es incapaz de emular esa actuación.

La baza del mercado

Lejos de culpar de manera directa a la fábrica, el italiano prefiere hacer autocrítica. Morbidelli sabe que no está "en condiciones de pedirle nada a Yamaha" y lo único que reclama es "ayuda adicional para configurar la moto". "Cuando llegue al nivel de Fabio, podré pedir algo", dice rotundo, sobre un rendimiento por debajo de las expectativas en el que la cifra de Quartararo en el casillero de puntos (102), triplica la de los otros tres pilotos en conjunto (33).

Es cierto que la firma japonesa tiene en sus filas a un rookie como Darryn Binder, pero sorprende que no hayan aprendido la lección con Valentino al unir a Dovizioso en sus filas. Para el italiano, "Yamaha está en una situación muy similar a la de Marc y Honda durante los últimos seis años" y por ahora solo les queda esperar y reaccionar antes de tiempo, en un mercado que a excepción de Márquez, deja todos los asientos libres para el próximo curso. Y ahí es donde Yamaha puede cambiar el patrón.