NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MOTOGP | FRANCIA

Mir y Rins no entienden la espantada de Suzuki

"Vamos a intentar demostrarles que han tomado la decisión equivocada", dice Álex, y Joan sentencia: "No lo entiendo. Ha tenido que pasar algo gordo".

Le Mans
Mir en la sala de prensa de Le Mans.
MELA CHÉRCOLES

Tras un comunicado tibio por parte de Suzuki, en el que confirma la bomba que saltó hace diez días, la de que dejará el Mundial de MotoGP al finalizar la presente temporada, por motivos económicos y pese a tener que pagar a Dorna la cláusula de salida, porque en abril de 2021 firmó su renovación hasta 2026, ha llegado el turno de que se pronunciaran sus pilotos. Joan Mir y Álex Rins han hablado en el circuito de Le Mans, donde este fin de semana se disputa el GP de Francia. Se les ve muy fastidiados con la espantada del Mundial de su fábrica, la misma que no entienden, están muy preocupados por el futuro de las 50 personas que componen su equipo, pese a todo creen que esto puede ser una motivación para luchar por el Mundial (lideran el de equipos) y se ven de nuevo en el mercado cuando estaban muy cerca de cerrar sus renovaciones con Suzuki.

El primero en hablar ha sido Rins. "Livio (Suppo, el team manager) y Sahara (máximo responsable de Suzuki en las carreras) me cogieron en el test de Jerez, me llevaron a la oficina y me lo contaron. Fue súper duro. Estaba llorando, porque lo he dado todo por este equipo desde 2017, dando información para desarrollar una moto ganadora. Y lo ha dado todo el equipo al completo. Fue un shock para todos. No es fácil. Al final creo que puedo encontrar algo para el año que viene, pero para ellos es un poco más difícil. Y son como una familia para mí. Hay que intentar terminar de la mejor manera la temporada. Este será mi último fin de semana con Suzuki en Le Mans, así que hay que intentar disfrutarlo, porque el año que viene estará aquí con otra moto", explicó el catalán sobre el modo en el que conoció la bomba. Y sobre si la entendía, dijo: "Si lo entiendo o no da igual. Estamos luchando por el Mundial, somos primeros en la clasificación de equipos, así que es muy difícil de entender. Es una decisión tomada desde arriba en Suzuki, y es lo que es".

Sobre las consecuencias que este bajonazo puede tener en un Mundial en el que marcha cuarto a sólo 20 puntos de la cabeza, cree que esto le puede dar "un impulso extra. Tenemos una moto que es la mejor que hemos tenido nunca en Suzuki, así que vamos a intentar demostrarles que han tomado la decisión equivocada. Esto ha venido muy rápido. Si al principio de año me lo hubiesen dicho, no habríamos empezado a negociar con Suzuki. Haber empezado tan bien hace más duro esto que pasa, pero la decisión es la que es y hay que respetarla".

Sobre el nuevo escenario en el que se maneja ahora el mercado de pilotos, Álex cree que "está claro que el mercado de pilotos ha cambiado. Nos quedamos fuera Joan y yo, y tenemos que ir a algún sitio. No quiero nada malo para otro piloto, ni que un equipo baje a alguien de su moto para subirme a mí… Pero es la única manera. Es muy duro que hayan tomado la decisión. Como piloto debo seguir haciendo lo que hago cada fin de semana. Parece difícil, pero nos da un extra de motivación. Los días posteriores al test de Jerez fueron los más complicados, pero ahora hay dos caminos: o coges la cuesta abajo o sigues hacia arriba. Hay que tomar la buena".

A Rins no le falta sentido del humor en un momento así: "Cuando nos lo dijeron, yo personalmente me derrumbé, me puse a llorar. Al final es el sentimiento que tienes hacia Suzuki. Has estado luchando desde 2017 dándolo todo para tener una moto competitiva, y cogen y te dicen que el año que viene no se sigue… La verdad es que ha sido duro, muy duro. Sinceramente, no comparto la decisión, pero es lo que es y hay que respetarlo. Al final tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo. Ahora mismo sobre la mesa no tengo nada más que el teléfono, no tengo nada más. (Se ríe). Mi manager se encargará de ello, tendrá faena para estas próximas semanas, y ya está". Y sobre si ganar el Mundial podría cambiar la decisión, a tención al palo que da: "Tenemos la posibilidad y la verdad es que sería muy bonito para nosotros ir a la gala de Valencia a recoger el título de pilotos o de equipos y ver al pobre japonés ahí recogiéndolo… No cambiaría nada, la decisión está tomada y es lo que es. Si me dices si seguiría en Suzuki si cambian de opinión o no… Uau, no lo sé. La intranquilidad de saber que a lo mejor de aquí a dos años vuelven a anunciar que cierran sí que me influiría".

"Es de esas cosas que no sospechas nada"

En cuanto al discurso de Mir, empezó así:  "Primero nos lo comunicaron a los pilotos y luego se hizo una reunión con el equipo, a la que también fueron los pilotos, y nos contaron esto, que es un batacazo. Es de estas cosas que no sospechas nada, para nada. Ni el team manager sabía esto, porque de lo contrario no estaría negociando con el piloto. Es muy fuerte, muy fuerte. En la gestión que se haya podido hacer de la noticia no quiero entrar".

Al recordarle que él fue campeón de MotoGP con Suzuki y que dos años después dicen que se van. dice: "Yo creo que ellos tampoco lo esperaban, el que se iban a retirar, y el que iban a ser campeones, tampoco. (Risas). Es muy fuerte. Además, hablamos de un equipo modélico. Si empiezas este proyecto en 2015 y ves que cada año estás ahí, pero que no acabas de llegar… pero es que no es el caso. Fuimos campeones hace dos años y estamos en disposición de luchar por el Mundial cada año. Creo que se ha dado una imagen de Suzuki ejemplar, bestial, de unión, de resultados. Todo el mundo sabe lo especial que es este equipo por la gente que trabaja en este equipo. Es algo fuerte".

El bicampeón deja claro que no lo entiende: "No, no, no. Yo no lo entiendo, no. Para tomar esta decisión ha tenido que pasar algo gordo, porque no es una decisión que se tome porque no haya resultados. Los hay, no ha pasado nada y se ha hecho todo de manera ejemplar".

Sobre cómo se gestionan las 15 carreras que quedan con este panorama, dice: "Está claro que en el test de Montmeló no probaremos un motor nuevo para el año que viene. (Risas). Nos centraremos en evolucionar la moto para este año. En eso tengo confianza. Van a seguir el compromiso que tienen hasta final de año, incluso los test con el equipo de pruebas. Seguramente se hagan todos los test, pero esto se cierra a final de año. Esto supone una motivación diferente. Cuando me lo contaron, baja toda esa motivación que tienes, pero luego dices, mira, a hacerlo lo mejor posible y qué pena que se cierre este equipo".

En cuanto a su futuro en la categoría, algo que no peligra, sonríe cuando se le comenta que la Honda, la opción a priori más clara,  puede ser buena, pero también la Ducati, aunque ahí pagan poco… "Qué marrones en los que me tengo que meter… Leo la prensa y los rumores sobre Honda y eso de que me veo de compañero de Marc. A ver, pregunta a cualquier piloto del paddock si le gustaría ser compañero de un tío que ha ganado ocho mundiales y que seguramente es el mejor de la historia. Todos dirán que quiere ser su compañero de equipo", sentencia antes de que se le recuerde que Zarco dijo no en su día a ser compañero de Márquez. A lo que el mallorquín dice: "Esto es un pensamiento diferente. (Risas). Lo que se puede aprender de un tío como Marc es muy bestia. Aparte de esto, Paco (su representante) tiene trabajo…". Y un matiz importante que hace, cuando él subió de Moto2 a MotoGP, al finalizar 2018, pudo elegir entre ir a Honda y Suzuki, eligiendo esta segunda. Ahí va su importante matiz: "Sí, pero no tenía la opción de ir al equipo oficial". Ahora puede que sí la tenga, en detrimento de Pol Espargaró, pero eso aún no está cerrado.