El Mundial de la igualdad

El final de la temporada 2021 parecía vislumbrar lo que el 2022 nos iba a ofrecer: el regreso de Honda a los resultados, una Yamaha campeona con sus carencias y una Ducati casi invencible. Sin embargo, solo hicieron falta unos meses para que el Mundial diera un vuelco de 180º. Todo pronóstico hecho en la pretemporada se ha echado a perder. Ya nada es lo mismo. MotoGP está ante la temporada más igualdad que se haya visto jamás. Y, con solo tres carreras, los números lo avalan. Se han disputado tres podios a los que se han subido nueve pilotos diferentes de los nueve posibles (Bastianini, Pol Espargaró, Aleix, Brad Binder, Quartararo, Oliveira, Zarco, Rins y Martín). Es decir, nadie ha podido repetir en el parque cerrado en lo que va de año.

Pero no es solo cosa de los pilotos. El dato todavía es más revelador: todos los fabricantes del mundial, desde Yamaha hasta Aprilia o KTM, ya han pisado el podio. Lo cual, hace ver que todas están al mismo nivel y que todas pueden optar al Mundial. Ya lo avisó Aleix Espargaró este fin de semana y es que su objetivo no es nada disparatado. Quiere luchar por la corona y su primera victoria en la categoría (también la de la marca de Noale en la máxima categoría) es el primer paso para llegar a un triunfo que sería histórico para los italianos. Siguen siendo la única marca con concesiones, pero puede que el 2022 sea el punto de inflexión para ellos, dejando atrás todas las ventajas de una fábrica que ha trabajado años para ser competitiva.

Y es que el esfuerzo constante de Aprilia es la viva imagen de que nunca hay que cruzarse de brazos. Lo cual, es algo que otras marcas parecen estar sufriendo en este inicio de año tan irregular. Qatar siempre es una carrera extraña, las condiciones en Indonesia no ayudaron y, por supuesto, la cancelación de los entrenamientos del viernes en Argentina supuso un extra de trabajo que muchas marcas no supieron cómo gestionar. Eso y que hacía dos años que no se visitaba la pista de Termas por la pandemia. Y, ahora, se enfrentan a un resaltado en Austin que se pone a prueba tras las quejas del pasado 2021. Muchos condicionantes que no se solucionarán hasta la llegada del Mundial a Europa cuando, se prevé, que la normalidad se asiente en el paddock. Aunque, quien sabe, quizás la igualdad no sea fruto de la gira transoceánica. El nivel está más alto que nunca y todos tienen potencial suficiente para luchar delante.

Márquez, Mir o Bagnaia, todavía sin podio

Si algo sorprende de este inicio de 2022 es, sin duda, lo lejos que están los principales favoritos al título. Está claro que los pronósticos de pretemporada ya no son válidos, pero, al menos, se esperaba ver delante a los pilotos más punteros desde el primer minuto. Sin embargo, la victoria de Enea Bastianini en Qatar ya dejó claro que el guión cambiaba de manera drástica. El triunfo de Miguel Oliveira lo subrayó y la de Aleix Espargaro en Argentina lo confirmó. Las victorias se pagan caras este año en MotoGP que, con tres triunfadores distintos en tres carreras, va camino de romper el récord de 2020. En el año de la pandemia ganaron hasta nueve pilotos diferentes.

En vista de los resultados hasta el momento, Joan Mir, Pecco Bagnaia y Fabio Quartararo tienen mucho trabajo por hacer en sus respectivos boxes. El francés lleva un poco de ventaja al conseguir un podio bajo la lluvia de Mandalika, pero está claro que la Yamaha cuenta con más carencias de las que vieron en la pretemporada. Su falta de desarrollo le ha impedido luchar por la victoria. Lo mismo se vive en Ducati, aunque con una situación que se intuye más crítica: descartaron el motor 2022 para mejores prestaciones y, por lo que se ha visto hasta Argentina, igual han tomado el camino equivocado. Bagnaia y Miller no se han subido al podio y ver a los equipos satélites por encima ya comienza a ser algo habitual.

En el lado de Honda, la situación se presenta mucho más compleja. Sin duda, el paso adelante con el cambio radical de la moto está más que confirmado, aunque los problemas de agarre siguen siendo el gran quebradero de cabeza. No hay más que ver la caída de Pol este pasado fin de semana, cuando rodaba cuarto. La frustración fue grande para el español que, pese a no encontrarse nada cómodo, demostró que la velocidad está ahí y que pueden luchar por grandes resultados. Eso sí, habrá que arriesgarse y ponerse al límite. Así lo hizo Márquez, quien se tuvo que perder dos citas tras su recaída en la diplopía, fruto de un tremendo highside en Indonesia. Por suerte, el de Cervera ya ha confirmado su participación en Austin y una victoria en su tierra prometida (que no parece una idea tan descabellada) le podría poner rumbo a su noveno título.