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MOTOGP

Lorenzo: "Rossi me humilló"

El mallorquín, protagonista de 'La Caja' de DAZN, repasa su carrera en MotoGP: su relación con Valentino, la salida de Yamaha y la depresión en Honda.

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Lorenzo: "Rossi me humilló"
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Iniciando una nueva etapa en su vida, Jorge Lorenzo se pasa por 'La Caja' de DAZN para hacer un repaso de todo lo que ha sido su trayectoria en MotoGP. El mallorquín, ahora comentarista del Mundial en la plataforma, no se dejó nada en el tintero: desde su relación con Rossi, su salida de Yamaha e, incluso, ciertos aspectos de su vida que hasta el momento mantenía en secreto. Toda una vida dedicada a las motos que le llevó a conseguir hasta cinco mundiales. Una carrera de éxitos que, sin embargo, en 2019 le llevó a la depresión. Siempre exigente consigo mismo y buscando la máxima perfección, Lorenzo dio con una Honda que no supo domar y que, unido a las lesiones, le llevó a decantarse por su retirada ese mismo año.

El balear ya no disfrutaba de su gran pasión y decidió que era el momento de comenzar a dedicar su tiempo al ocio. "Era muy perfeccionista y un día Wayne Rainey, cuando hablábamos por teléfono, me lo dijo: 'Oye, no te olvides nunca de disfrutar, porque a mí me pasó que me obsesionaba tanto con la perfección y tanto trabajar, que al final no disfrutaba'. Se volvió en mi contra porque siempre pierdes felicidad y al perder felicidad y alegría, pierdes rendimiento. Y eso, lo sufrí mucho en el año 2019, no me iban las cosas, me lesioné en pretemporada... Y para poder revertir la situación de Honda, solo entrenaba y entrenaba desde las 9 de la mañana y no hacía nada de ocio. Entonces, entré en una especie de depresión. No era feliz, no estaba motivado", relata Lorenzo sobre lo que sería su última temporada en MotoGP.

Con eso, puso punto y final a su etapa como piloto mundialista. Lo hizo con cinco coronas, tres en la máxima categoría que, viendo los rivales con los que compartió pista, son muchos. Sin embargo, Jorge admite que sus números podrían haber sido mejores: "Era muy trabajador y cuando llegaba al paddock, trabajaba muchísimo, pero tenía un problema y era que me iba a acostar muy tarde. Creo que si hubiese sido más disciplinado, si me hubiese ido a acostar dos horas antes y hubiese descansado más, hubiese obtenido mejores resultados. Con unas horas más de sueño, hubiese llegado con más energía y más fuerte para luchar por la victoria en vez de hacer segundo o tercero. Ese era mi único punto débil. Al final muchas distracciones que me hacían acostarme muy tarde y dormía poco los fines de semana".

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Adiós a Yamaha

Aún así, su talento y el constante trabajo le sirvió para plantar cara a Valentino Rossi. Lorenzo consiguió sus tres mundiales en MotoGP de la mano de Yamaha, marca de la que se despidió el pasado 2016, tras una de las etapas más agridulces en la competición y que, ahora, explica abiertamente: "No me sentó muy bien que, al ganar el campeonato (en 2015), los que de verdad mandaban en Yamaha no estuviesen muy efusivos. En cierta forma, era normal con mi reclamación al TAS, que ensució un poco el espíritu de equipo. Pero al final, un poco los dos mirábamos por nuestro interés y yo miraba por el mío. Por eso, intenté jugar mis cartas y eso no sentó bien en Yamaha. En cierta forma, a Yamaha yo creo que le interesaba más que ganase Valentino (Rossi), por el tema mediático más que nada".

Y puso rumbo a Ducati: "Creía mucho en Gigi Dall'Igna y sabía que, tarde o temprano, iba a hacer una moto muy competitiva". Por supuesto, su mala relación con Rossi fue otro aliciente para su salida de Yamaha: "El peor momento fue después de Sepang, tras la patada o caída de Marc, no sé cómo fue, pero hubo ese toque. Cuando llegué al corralito, no sabía nada y me lo dijeron los mecánicos: 'No la líes'. Cuando vi eso y me enteraba que no iba a haber sanción, equivocadamene o no, estaba encendido y desaprobaba las imágenes. A partir de ahí, la relación cambió a peor". Pero el tiempo todo lo cura: "Hasta 2018 no empezó a mejorar, poco a poco. Y ahora es bastante buena".

Y recuerda una de sus batallas más mediáticas con Il Dottore, la del Gran Premio de Cataluña en 2009, cuando el italiano le ganó la batalla en la última curva': "Rossi me humilló. Pequé un poco de pardillo. Se aprovechó de mi inexperiencia para adelantarme en esa curva, arriesgando, sabiendo que si me cerraba nos íbamos a caer los dos. Quedó grabada como una de las carreras más emocionantes. Quizá me hizo perder ese campeonato, porque si hubiera ganado esa carrera habría tenido más opciones de luchar hasta el final con él".