La Subida al Fito celebra sus bodas de oro
La cita más importante de Montaña de cuantas se disputan en España, puntuable para el Campeonato de Europa, cumplirá del 12 al 15 de mayo su 50 aniversario.
Muy pocas competiciones automovilísticas pueden alardear en España de haber cumplido su 50 aniversario. Algo que la Subida Internacional al Fito va a festejar este año, entre el 12 y el 15 de mayo, en una nueva edición que también será puntuable para el Campeonato de Europa. La cita asturiana celebra sus bodas de oro por todo lo alto, seguramente en olor a multitudes como suele ocurrir habitualmente en la montaña que separa Arriondas de Colunga.
El famoso mirador, desde el que se divisa el maravilloso paisaje astur en todo su esplendor presidiendo la complicada carretera, ha sido testigo del paso de los mejores pilotos de la especialidad de Montaña desde que en 1970 se disputase por primera vez la competición. Entonces arrancaba desde Colunga, aunque en 1994 se cambió al sentido contrario. Su técnico trazado y sus impresionantes curvas llevan medio siglo poniendo a prueba a la flor y nata del automovilismo.
Además de la belleza de sus parajes y su trazado, el otro gran aliciente de la Subida al Fito es la afición, que siempre responde en masa a su llamada. 60.000 aficionados se agolpan habitualmente en sus cunetas para disfrutar de las impresionantes mecánicas y vitorear a sus pilotos. De hecho, no sólo es la más importante de España, sino que también de las más seguidas en Europa.
El apellido que más veces aparece en el palmarés de los vencedores de las 49 ediciones disputadas es Vilariño, ya que el padre, Andrés, triunfó en siete ocasiones (1984, 1996, 1998, 1999, 2000, 2001 y 2003), y el hijo, Ander, en otras dos (2005 y 2007). El italiano Simone Faggioli consiguió igualar al padre con otros siete triunfos (2009, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016 y 2018). Para esta edición tan señalada se espera una participación superior al centenar de coches.