Ogier se bajó del coche de rallys y subió al de Le Mans en Aragón
Tras acabar segundo en Montecarlo voló en un avión privado hacia Motorland donde pilotó el Toyota GR10 Hybrid por segunda vez. Aún no ha confirmado su programa.
No está mal para ser un recién jubilado. A pesar de que se ha retirado del Mundial de Rallys como piloto a tiempo completo, Sebastien Ogier ha tenido unos días frenéticos. Tras mantener un apasionante duelo frente a Loeb en el Rally de Montecarlo, el ocho veces campeón del mundo voló en un avión privado a Aragón para pilotar por segunda vez el Toyota GR10 Hybrid de Le Mans.
En el circuito de Motorland se ha desarrollado un test de tres días del equipo de resistencia al que acudió Ogier. Tras probar por primera vez el coche de Le Mans en test de 'roockies' de Barhein el pasado mes de noviembre, ahora ha sido la pista aragonesa en la que ha pilotado otra vez el Hypercar japonés. Es un nuevo acercamiento hacia la mítica prueba francesa, aunque no significa ni mucho menos que vaya a competir en ella al volante del vehículo oficial.
De hecho, la alineación de pilotos que defenderá los colores oficiales de Toyota ya está conformada, y en ellas no está el galo. Kamui Kobayashi compaginará las labores de pilotaje con la dirección de la formación, y compartirá el coche número 7 con Mike Conway y 'Pechito' López, mientras que el vehículo número 8 será para Sebastien Buemi, Brendon Hartley y Ryo Hirakawa.
La probabilidad que más suena para Ogier en su primera temporada en resistencia es que compita con un vehículo de la categoría LMP2 para aclimatarse a la especialidad. El francés aún no ha confirmado su programa para esta temporada, que anunciará el próximo mes de febrero, según afirmó en Montecarlo. No sólo hay expectación por conocer su agenda en circuitos, sino también cuáles serán los cuatro rallys en los que competirá además de la cita monegasca.