Ogier da la vuelta a la tortilla

El ataque del campeón reinante ha desbancado del liderato a su eterno rival, Loeb, pero sigue la lucha con una diferencia de sólo 5,4 segundos entre ellos.

Actualizado a 22 de enero de 2022 12:33 CET

Toyota/McKleinToyota Gazoo Racing / McKlein

Cambio de Sebastien en cabeza del Rally de Montecarlo. Ogier ha dado la vuelta a la tortilla y ha desbancado del liderato a su eterno rival, Loeb. El de Gap, campeón reinante, ha lanzado un feroz ataque en la mañana del sábado y se ha encaramado al liderato de la prueba. Pero sigue la emoción. Sólo 5,40 segundos los separan con etapa y media por delante, por lo que aún se van a vivir más emociones fuertes en este apasionante arranque de la nueva era del Mundial.

Con tres tramos con pisos totalmente diferentes, la elección de neumáticos ha sido variopinta. Ogier montaba tres duros, un blando y dos de clavos y Loeb dos duros, dos blandos y dos de clavos. Quizás esa haya sido la clave de este primer bucle de la jornada, ya que Loeb ha perdido mucho tiempo en los dos primeros tramos, que estaban prácticamente secos, al llevar dos blandos. Ambos llegaban al temido tramo de Thoard, una versión reducida del mítico Sisteron, empatados.

Y allí, con una gran parte de sus 20 kilómetros con hielo y nieve, ha sido donde Ogier se ha encaramado al liderato, aunque a punto ha estado de caerse por un barranco. Superaba a su tocayo por 5,4 segundos, a falta de dos tramos hoy y los cuatro restantes de mañana. Nada está decidido, y seguro que el incansable Loeb intenta dar un nuevo giro a la situación. El que se ha caído de la pelea ha sido Elfyn Evans, que se salía en Thoard y decía adiós a sus opciones. Duro palo para él, que se presentaba a priori como el más claro favorito al título.

Pero no han sabido aprovechar su desgracia los que en teoría serán sus máximos rivales, Thierry Neuville y Ott Tanak. El belga ha tenido problemas con el coche que le han impedido atacar y el estonio pinchaba y sufría un ligero toque que también le retrasaban. Son cuarto y séptimo respectivamente, tras haber sido los únicos valientes que salían sin clavos a Thoard. Sus problemas han impedido ver si era la monta acertada. Oliver Solberg se salía y cedía más de media hora, y Gus Greensmith pinchaba primero y luego penalizaba.