Sebastien Loeb sigue liderando dos décadas después

Espectacular regreso del francés al Mundial cuando se cumplen 20 años de la primera vez que se puso en cabeza en una prueba puntuable, también en Mónaco.

MontecarloActualizado a 21 de enero de 2022 17:31 CET

Han pasado 20 años, y todo sigue igual. Sebastien Loeb ha vuelto a colocarse en cabeza de una prueba del Mundial cuando se cumplen dos décadas de la primera vez que lideró un rally. Y fue también en Montecarlo, donde ahora, recién llegado del Dakar, sin casi tiempo para reponerse y probar el coche, y a punto de cumplir 48 años, ha vuelto a demostrar su poderío. El piloto con mejor palmarés de la historia sigue aumentando su leyenda.

Hace 20 años y dos días un joven Loeb se colocó líder del Rally de Montecarlo 2002 por primera vez en su vida. Y dos décadas después sigue impartiendo doctrina. Sin importarle la edad, ni el cansancio acumulado tras un Dakar en el que ha sido la sombra de Nasser Al Attiyah, ni la falta de kilómetros al volante del novísimo Ford Puma híbrido, ni la edad que le obliga a usar gafas, ni el estreno junto a su nueva copiloto, Isabelle Gamiche. Nada ha impedido que el alsaciano vuelva a reinar.

Su segunda etapa ha sido arrolladora. Excepto en los dos tramos finales, que le falló el sistema eléctrico del coche y se encontró con la carretera más helada, se impuso en todas las especiales de la jornada y se va a la cama con una ventaja de 9,9 segundos sobre su eterno rival Ogier. Nada ha podido hacer el otro Sebastien para impedir que su tocayo reinara sobre los tramos de los Alpes, casi secos en su totalidad, pero con humedades y algo de hielo en las umbrías que permitían pocas bromas. Por la mañana fue demasiado conservador, pero por la tarde se tiró en tromba y ganó el tramo final.

Ogier no sólo ha sufrido el ataque de su compatriota, sino también el de su compañero en Toyota, Elfyn Evans, el único capaz de inmiscuirse en la pelea de los 'sebastianes'. El resto, a verlas venir. Los Hyundai han ido de menos a más, pero tanto Thierry Neuville como Ott Tanak no han llegado a sentirse a gusto al cien por cien con el nuevo i20 y ambos han tenido fallos en el sistema híbrido en algún tramo que les han retrasado. Están enzarzados en un cerrado duelo con los otros Ford de Craig Breen y un sorprendente Gus Greensmith, el único capaz de ganar un tramo a excepción de los dos Seb.

La otra cara de la moneda en el equipo del óvalo ha sido Adrien Fourmaux, que ha sufrido un brutal accidente tras llegar largo a una curva, tocar contra el talud y salir despedido volcando hacia un barranco. El coche ha acabado destrozado, pero ni él ni su copiloto han sufrido lesiones.