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MOTOCICLISMO

Acosta rechazó subir a MotoGP

El murciano reconoce que existió la opción de saltar a la clase reina en 2022, pero no la consideró: "Lo importante es subir preparado arriba".

Acosta en el podio de Portimao recién proclamado campeón del mundo.
Mirco Lazzari gpGetty Images

Demostró tener las cosas muy claras desde la primera carrera en Qatar hasta la última en Valencia, y ahora Pedro Acosta lo ha vuelto a reiterar en una entrevista con DAZN en la que hace referencia a todo el proceso que vivió durante su año de debut en el Mundial. Al murciano no solo le tocó gestionar su liderato de la clase pequeña sino que además, también tuvo que administrar su futuro de cara a un 2022 en el que dará el salto a Moto2. Su talento ha hecho que el flamante campeón de Moto3 tan solo haya necesitado un año de aprendizaje en esta categoría e incluso le dio la oportunidad de seguir los pasos de Miller en 2014, cuando pasó directamente de la cilindrada pequeña a MotoGP. Aunque el australiano tardó tres temporadas en ascender.

Sí ha imitado la actuación del actual piloto de Ducati un Darryn Binder muy cuestionado, que debutará en la clase reina la próxima temporada acompañado por la polémica. Sin embargo, en el caso de Acosta, el de KTM ha optado por mantener una filosofía en la que "lo importante no es ganar abajo, es subir preparado arriba y hacerlo bien. No hay que saltarse etapas".

Le sigue acompañando la determinación al murciano, a la vez que mantiene su fidelidad a los de Mattighofen: "KTM confió en mí, Red Bull lo dio todo por mí. Esta es la mejor manera de recompensarles. Espero seguir aquí mucho tiempo". Con eso no quiere decir que rechace el sueño de la máxima cilindrada, pero reconoce que el objetivo ahora es Moto2: "Qué necesidad había de saltarse etapas, de quemarlas, para ir a MotoGP. Me valía mucho saltar a Moto2, coger experiencia, que es lo que me va a hacer llegar preparado cuando llegue a MotoGP".

Hubo contratiempos

El salto de categoría le permitirá al murciano dejar atrás una dificultad con la que lidió durante la segunda mitad del curso y de la que no quiso hablar hasta ahora: "Al empezar el año medía 1,67 y al volver de verano, 1,72. Esos 4 ó 5 centímetros se notan. Ha sido algo malo que he guardado en silencio. No me podía poner la excusa de no haber ganado el Mundial por esto, no podía tener el sabor de boca de no haber sido campeón del mundo porque me dolía la espalda".

Acosta no necesitó de excusas a final de año, pues consiguió cumplir el sueño de ser campeón pese a que todavía no lo ha interiorizado: "Espero no asimilarlo nunca porque así siempre querré más. Al final que se te levanten los pies del suelo puede hacerte creer más de lo que eres". Y en cuanto a los parecidos, rechaza cualquier símil con otro piloto, sin importarle si quiera que se le compare con Jorge Lorenzo o Ángel Nieto: "Prefiero compararme conmigo mismo, que así siempre sabré si he mejorado ciertas partes o las he empeorado".