"Yo ya sabía que Carlos Sainz es tan bueno como Ricciardo"
Lando Norris habla con AS sobre su gran temporada, el secreto de volar a una vuelta, el McLaren que dejó Sainz y la adaptación de Ricciardo.
"Qué gran piloto es Lando", soltó Hamilton por radio justo después de adelantarle en Spielberg. Norris (Bristol, 21 años) es el hombre de moda en la parrilla. Subió al podio en Ímola, Mónaco y Austria y marcha cuarto del Mundial con un McLaren claramente inferior a los Red Bull y Mercedes. El inglés ya brillaba en clasificación, pero su salto de calidad en 2021 ha llegado los domingos, en carrera. Es tan joven como talentoso y combina su habilidad al volante con otra clase de requerimientos imprescindibles para destacar en el Gran Circo: derrocha carisma.
—Empiezo con una broma. McLaren no tiene pilotos españoles por primera vez desde 2013 y parece que este es el mejor coche que han hecho en mucho tiempo. A ver si Fernando y Carlos tuvieron la culpa de todo…
—(Risas). No lo sé. Los problemas empezaron hace mucho tiempo, cuando Fernando estaba en McLaren, pero no tenían nada que ver con Fernando. Además, luego mejoramos mucho con Carlos aquí en los últimos dos años. El 2020 fue mejor que 2019, y el 2019 fue mejor que el 2018. Carlos ayudó mucho en esas dos temporadas para que McLaren fuera un mejor equipo. Así que no, no creo que los españoles fueran el problema (ríe).
—¿Cómo ha cambiado su rol en el equipo esta temporada?
—La diferencia es que ahora soy el piloto con más experiencia, soy consciente de todo lo que ha cambiado en los últimos años, y eso es algo que Daniel (Ricciardo) no puede hacer por ahora, ni utilizar en las reuniones. Él puede comparar más con Renault y Red Bull, y yo no. Pienso que ahora en McLaren me necesitan más, especialmente durante el primer tercio de la temporada. Daniel necesitaba acostumbrarse al equipo, al coche y a la velocidad. Confían más en mí para ayudar al equipo, tengo una opinión más sólida y puedo decir qué se debe mejorar del coche. Puedo ayudar mucho, eso es lo principal, pero no han cambiado tantas cosas.
—¿Todo le sale bien en esta temporada?
—El coche es bueno, el equipo hizo un gran trabajo en invierno para progresar. No es que siempre hayamos tenido el tercer coche con margen, Ferrari nos batió en varias clasificaciones, aunque en carrera remontamos con buenas estrategias. Sigo nervioso cada vez que voy a una clasificación porque me puedo quedar fuera en la Q2. Pero las cosas salen, siento que estoy haciendo un buen trabajo los sábados y sobre todo los domingos, que es cuando se suman los puntos. Ha sido un año muy intenso con mis ingenieros para mejorar, no puedes pretender no hacer nada en invierno y convertirte en un mejor piloto a partir del año siguiente.
—Tres podios, casi dos poles (en Ímola y Austria). ¿De dónde viene esta mejora? ¿Qué papel juegan el coche, el motor y el piloto?
—El coche juega su parte, aunque no funciona igual de bien en todos los circuitos. Casi hacemos la pole en Ímola o Austria, es cierto, pero en Francia estábamos a más de un segundo. Lo importante es la carrera y cuando ves a Red Bull y Mercedes tan lejos, y tan consistentes con los neumáticos, te das cuenta de todo lo que hay que progresar. Por mi parte, el mayor cambio está en los domingos. Ahora sé lo que debo hacer en cada momento. Cuidar los neumáticos, recargar baterías, posicionarte, no cometer errores, no bloquear… todo lo que te ayudará en la próxima vuelta. Hay muchos detalles y errores pequeños que quizás no se ven por televisión, como un bloqueo en una curva que te hace perder confianza durante una carrera. Estoy más encima de todo y tengo más experiencia, sé cuándo tomar riesgos y cuándo no. En Bakú, era 13º después de la primera vuelta y en Paul Ricard, 11º, por detrás de Daniel. Pero no entré en pánico porque sabía que la carrera era larga y podía hacerlo mejor si gestionaba los neumáticos. En cuanto al motor, es un paso adelante en prestaciones puras, una ganancia fácil en las rectas, y por eso nos fuimos a Mercedes. Pero no es tan grande. Ferrari y Honda tienen cosas buenas con su motor y sus baterías y les ayudan mucho, quizás más que a nosotros.
—¿Cómo es ser compañero de Ricciardo? Le dobló en Mónaco, ¿cómo le ve de confianza?
—Debo mejorar independientemente de quién sea mi compañero. De todas formas, yo ya sabía que Carlos es extremadamente bueno, lo está demostrando con Charles (Leclerc), tiene la velocidad desde el principio y está cerca de uno de los mejores pilotos de la F1. También sé que comparado con Carlos, estoy bien situado, en algunas áreas él es mejor y en otras, yo. Y lo que me faltaba, que eran los domingos, lo he reforzado este año. No estaba preocupado con la llegada de Daniel porque sé que Carlos es muy bueno, a un nivel similar que Daniel. Daniel ha ganado carreras y quizás por eso hay gente que le valora por encima de Carlos, porque no había pilotado para un equipo campeón. Le está llevando un tiempo largo acostumbrarse al coche y el equipo, hay gente que necesita el coche perfecto y otros están más contentos con un coche incómodo. Daniel necesita la confianza, el otro coche (Renault) le permitía más que este y su forma de pilotar es muy diferente de Carlos. Eso se debe tener en cuenta y también puedo aprender muchas cosas de él.
—Leclerc o usted son de esos pilotos que sacan una vuelta perfecta en clasificación de la nada. ¿Eso cómo se hace? ¿Cómo juzga cuál es el límite en un momento tan concreto?
—Ojalá pudiera explicarlo y lo tuviera claro, porque hay muchas cosas que suceden de forma natural. Es tu instinto de piloto. No lo sé. Recuerdo que en estos años, en algunas pistas Carlos estaba delante de mí en clasificación, aunque al final de la pasada temporada me veía con mucha confianza para sacar la mejor vuelta. Son sensaciones, necesitas la confianza en ti mismo para adaptarte tan rápido. Unas veces funciona y pareces un héroe, otras veces cometes un error. Pero no tengo una respuesta, si supiera cómo se hace podría explicárselo a otros pilotos. Carlos no era un mal clasificador, los dos nos presionamos mucho y yo mejoré también gracias a él. Aunque haya sido uno de mis puntos fuertes en kárting y monoplazas, ahora es un poco al revés, estoy mejor los domingos. Estoy cómodo pilotando al límite, el sábado, y nunca me gustó mucho pilotar por debajo del límite para cuidar unos neumáticos.