La última vez que Qatar encendió sus focos para estrenar la temporada con la caravana mundialista al completo, nadie podía prever lo que estaba por venir. La ausencia de MotoGP en la cita inaugural tan solo un año después, una pandemia que interrumpiría la temporada cerca de cuatro meses condicionando el resto del calendario y la última aparición sobre el asfalto de figuras que han pasado a la historia del Mundial, han sido algunos de los detalles más relevantes que han afectado la órbita de un campeonato que poco a poco intenta recuperar la normalidad.
El primer paso para ello será estrenar el curso con todos los equipos al completo… pero con una gran ausencia entre los pilotos: la de Marc Márquez. El ilerdense sigue lastrando la lesión de humero que sufrió en el estreno de MotoGP la pasada temporada en Jerez por complicaciones, y no formará parte de la parrilla de la clase reina en ninguna de las dos carreras que se celebrarán en Losail, como mínimo… Pero aunque su ausencia sea la más sonada dentro de la categoría, lo curioso es que ninguno de los tres pilotos que visitaron por última vez el podio de Qatar estarán de nuevo en pista para este estreno.
Además de Marc, fueron Dovizioso (1º) y Crutchlow (3º) quienes completaron el 'cajón' durante la edición de 2019. Pese a que al piloto de la marca del Ala Dorada se le espera de vuelta más pronto que tarde en la lucha por el campeonato, la realidad por la que atraviesan los otros dos protagonistas del último GP de Qatar que celebró MotoGP es muy distinta, pero semejante a la vez para ellos. Su adiós no ha significado una ruptura total con el campeonato. Tanto el italiano como Cal, continuarán haciendo camino en la órbita del Mundial, ahora bajo el papel de probadores en Aprilia y Yamaha respectivamente.
¿Qué ha pasado con Jorge Lorenzo? Aquella carrera en Losail fue, sin saberlo en ese momento ya que comenzaba una etapa ilusionante en el Repsol Honda, la última que disputaría como piloto antes de preparar su regreso a Yamaha bajo el papel con el que está cumpliendo desde esta temporada Crutchlow. El balear tuvo algo que demostrar, pero se quedó a medio camino. “Ahora mi objetivo es pasármelo bien”, dijo el día de su retirada y tras una temporada muy complicada que ya se auguró desde la primera carrera, en la que se despidió con tres títulos de MotoGP en la mochila y el placer de haberlos conseguido en una generación dorada para el motociclismo en la que se enfrentó a figuras como la de Casey Stoner, Marc Márquez o Valentino Rossi.
Habrá incógnitas Éste último afronta ahora su 25º curso en un campeonato donde tiene la intención de continuar al menos dos temporadas más, pero en el que solo seguirá si a mitad de temporada sigue teniendo la sensación de ser competitivo, frente a las nuevas generaciones que llegan. Jorge Martín, Enea Bastianini y el hermano del nueve veces campeón, Luca Marini, serán quienes peleen por el galardón a mejor debutante de un año crucial para Joan Mir. Por segundo curso consecutivo se vuelve a dejar de lado la muletilla de “todos contra Márquez”, y ahora el balear tendrá que demostrar que su condición de campeón no fue pura casualidad.
El riesgo de la COVID-19 que lastró y amenazó durante toda la temporada anterior a la caravana mundialista se ha reducido al mínimo después de una vacunación masiva al personal del paddock que, a nivel de pilotos, solo han rechazado Zarco y Nakagami, y ahora llega el turno de la nueva normalidad. Superadas despedidas y ausencias frente a un escenario preparado para levantar el telón, los focos de Losail ya están listos para alumbrar a nuevos protagonistas y dar comienzo a una temporada que se presenta con muchas incógnitas, pero la misma emoción de siempre: pese a los cambios, MotoGP siempre será sinónimo de espectáculo.