Álex Márquez: "Nunca he pensado que me equivocara"
El piloto de de Cervera confiesa que ya sabía que sería difícil estrenarse en MotoGP con el Repsol Honda y que habría "días difíciles".
Entrevista a fondo con Álex Márquez, un novato en MotoGP que va de menos a más. En Misano 1 fue decimoséptimo a 22 segundos de la cabeza, en Misano 2 hizo séptimo a 12 segundos, lo que supuso su mejor resultado con el Repsol Honda, y ayer empezó séptimo en Montmeló. Dicho está haciendo tiempo que el bicampeón es mucho más que el hermano de Marc Márquez, aunque también le preguntamos por él, claro.
-Pedí esta entrevista antes del GP de Misano 2…
-Pues habrás cambiado las preguntas. (Se parte de risa).
-Pues un poco sí, porque mejoró bastante el pasado domingo. Igual va a ser cuestión de que las pida más veces.
-(Más risas). Ya sabes que no te diremos que no.
-Ahora en serio, vaya subidón le tuvo que dar el domingo pasado, con el séptimo en la carrera y un warm up en el que se le vio en cabeza por primera vez. ¿Es así?
-Subidón da, está claro. Siempre que vienes al GP de casa, quieres hacerlo con buenos resultados previos y creo que en Misano dimos un paso. Eso está claro y lo pudimos confirmar en la carrera. Sigue habiendo muchos deberes por hacer, lo que sobre todo pasa por la calificación, pero en un año de rookie no puedes ponerte una expectativa real antes de un gran premio, porque no sabes cómo se te va a dar el circuito con una MotoGP y, si empiezas con mal pie, cuesta dar la vuelta a la situación. Dicho eso, mis aspiraciones realistas aquí son intentar confirmar lo de Misano y seguir creciendo poco a poco.
-¿Cuál es el paso adelante que dio en Misano?
-Sinceramente, lo que más me ayudó fue el test. No me refiero a preparar la segunda carrera sino a que fue mi primer test desde la pretemporada en Qatar. Para un rookie, es muy difícil llegar a Jerez sin estar tres meses sin tocar la moto, hacer el jueves dos tandas de una hora, que es prácticamente nada, y luego costó mucho ir fin de semana a fin de semana. Por eso, un día con ocho horas de pista abierta, para poder probar, la moto, uno mismo y coger sensaciones. Ese me dio la confianza que necesitaba para pilotar la Honda.
-Esa teoría es entendible, pero luego se compara con lo que está haciendo Binder en su primer año y no cuadra.
-Sí, pero los únicos que rodaban durante el lock down (el parón por la pandemia) fueron las KTM, que rodaron tanto en Brno como en Austria y dos días en Misano. Antes de Jerez, creo que Binder llevaba tres días encima de la moto de test, con ocho horas para él. Y Lecuona lo mismo. Eso a un rookie le ayuda mucho y es muy diferente tener que empezar directamente desde Qatar. Me complicó mucho estar tres meses en casa sin moto y empezar ya con el GP de Qatar. Lo que más me penalizó fue estar mucho tiempo lejos de la MotoGP, y habiendo tenido antes muchos problemas en el test de Qatar, donde Marc lo salvó al final. Eso se notó y me costó mucho arrancar en ese momento. Por eso el test de Misano me ayudó a coger confianza y probar cosas.
-¿Le han entrado dudas en algún momento o se ha llegado a decir a sí mismo que se había equivocado yendo al Repsol Honda?
-No, porque desde el primer día fui realista. Lo había hablado con Emilio (Alzamora) y mi hermano, así que sabía dónde iba. Sabía que no sería fácil, que la Honda es una moto muy difícil para los rookies, y sabía que habría días malos. Hay que ver a Mir, que ahora está haciendo podios pero seguro que el año pasado tuvo días malos. Alguna duda te entra, pero nunca me llegué a decir que me equivoqué. No quería estar toda la vida en Moto2 y algún día tendría que llegar el año de aprendizaje en MotoGP.
-¿Le sentó mal el fichaje de Pol?
-Bueno… Está claro que nunca te gusta que te quiten tu sitio, pero entendí la situación, sobre todo de Honda, y la excepcionalidad que estamos viviendo este año con el COVID-19. Tomaron una decisión antes de la primera carrera y Honda me dio otra oportunidad sin haberme visto en pista. Les gustó los primeros test, cómo me explicaba y mi forma de trabajar. Intento ser muy profesional. Lo haré mejor o peor, pero llego a casa sabiendo que he hecho el máximo que podía.
-Entonces se pudo ver la botella medio llena o medio vacía. ¿Optó por lo primero?
-Sí. Mi contrato no ha cambiado nada. Sigo siendo HRC y con el mismo material. Y pude estar ya con el equipo de Cecchinello en Valencia y es muy profesional. Además, Cecchinello lo trata con mucho cariño y es importante que no vea esto como un negocio sino como su familia, y así es como lo ve él. Cuida cada detalle y a la gente. Tiene en el box armonía de equipo, de familia y me ayudarán a crecer un poco más en la sombra, que es como a mí me gusta.
-Entiendo, y en Misano 2 creo que quedó constatado que es un auténtico diésel que acaba funcionando cuando se calienta, en un segundo GP y tras un test. ¿Está de acuerdo?
-Sí. Me falta explosividad y soy diésel, lo que para algunas situaciones es bueno, pero para un año de rookie es malo. Hay que saber entenderlo. Soy muy cabezón y, cuando me propongo algo… Me propongo un objetivo y voy a por él construyendo las cosas poco a poco, sin correr demasiado.
-¿Y ese objetivo es?
-Disfrutar de la categoría. Ese es el primer objetivo. Y luego hacerme un hueco y algún año luchar por algo bonito en MotoGP. Empecé a disfrutar algo en Misano 2. En las primeras carreras, me preguntaban algunos mecánicos si había disfrutado, pero les decía que nadie disfruta estando el dieciséis, el dieciocho o el veinte. Sí me lo pasaba bien montando en la moto, porque es lo que me gusta, pero quiero que me salgan los tiempos y ahí es cuando empiezas a disfrutar. Parar y verte en el warm up primero esa una sensación súper bonita y brutal. Y luego, remontar desde atrás en carrera, también lo es. Es cierto que hubo caídas, pero yo también puedo forzar más y jugarme la caída. Un top 10 sin caídas habría sido una posición real.
-¿Ha guardado la clasificación de ese warm up de Misano 2 en el que apareció primero?
-La tengo en el WhatsApp, porque me la mandó mucha gente y una de las personas que me la mandó fue Marc. Me dijo: “Bueno, tampoco vas tan mal”. (Risas). Y es que él me aguanta cada día y le digo lo que me cuesta. Por eso me dijo eso.
-En una entrevista previa a una de las carreras de Austria le dio un zasca. Dijo que sí, que era un novato, pero que tenía que dar un paso adelante. ¿En qué aspecto es más crítico y en qué le está ayudando más?
-En cómo tratar la moto. Yo a veces soy demasiado fino para esta moto, demasiado tiralíneas, y hay que ser más salvaje con ella, pero sin perder la esencia de cada piloto. Hay muchas maneras de ser agresivo con la moto. Está el bruto y está el que lo es en las partes que cree que tiene que serlo, forzando en las curvas. En eso es en lo que más me está ayudando. El equipo me hace crecer, pero al final Marc sabe los puntos fuertes de esta moto y las cosas de Moto2 que hacía bien y que aquí no funcionan. Él desde fuera lo ve y es en lo que me está ayudando más.
-Entre nosotros… ¿Cuándo va a volver?
-(Sonríe). Si por mí fuera, mejor que estuviera ya aquí, pero no sé. Él quiere volver pronto, pero tampoco se quiere precipitar. Él tiene las sensaciones y él sabrá cuándo se ve preparado para ir a trescientos y aguantar los trallazos y todo.
-¿Cómo lo lleva? ¿Le tiene que animar mucho?
-No. Lo lleva bien. Hay que calmarle siempre a Marc, porque se calienta rápido. Hay que soltarle cuerda de vez en cuando, pero luego hay que volver a tirar de esa cuerda.
-¿Cómo es el ambiente en Honda? Está en su peor año de resultados y plagado de lesiones…
-Está claro que en algunas carreras ha habido ambiente de preocupación, porque no salían los resultados ni las sensaciones y los comentarios de los pilotos no eran los más optimistas para el futuro. Pero yo siempre me quedo con lo positivo, y es que Nakagami está haciendo su mejor temporada en MotoGP y me fijo en él. Sin Marc, es mi referencia dentro de Honda. En Misano ya nos ayudamos, viendo telemetrías mutuas. Él tiene mucho paso por curva y quizás se parece un pelín más a mí en estilo de pilotaje y en Misano, fijándome en videos suyos y telemetría, di un paso adelante. Así que, dentro de todo lo negativo y de la mala suerte, porque uno se resbala, al otro se le rompe la placa y no sé qué, pues lo positivo es que Nakagami está en su mejor año y yo cada vez voy mejor con la moto. Hay que seguir insistiendo, porque el objetivo de Honda es ganar.
-Ahora que dice lo de la placa rota de Marc, mire que cuesta creer que se le rompiera abriendo un ventanal…
-Yo en ese momento justo no estaba, porque estaba durmiendo aún, pero te digo que fue la ventana. Y también que cuando me dijeron que Crutchlow se había resbalado saliendo del PCR, pregunté si era de verdad así. Es lo mismo.