Rossi: "Puedo ser viejo, pero no era verdad lo del otro domingo"
"Hemos tenido que luchar mucho con Yamaha para que nos dejaran modificar la moto. A veces surgen problemas por cuestiones políticas", dice.
Espectacular Valentino Rossi en la pista, para firmar su podio mundialista 199, y fuera de ello ante los micrófonos para dejar claro con una sonrisa, pero de manera contundente, que Yamaha ha de confiar en él si quieren que vuelva a ser rápido. Se explayó el italiano tras su tercero en el GP de Andalucía, por detrás de Quartararo y Maverick.
-Han pasado 465 días desde su último podio y ha vuelto a él en una carrera muy dura. ¿Qué puede decir?
-Es un poco especial, porque venía de un fin de semana que fue muy negativo para nosotros, pero también lo fue gran parte de la temporada pasada. Siempre tenía el mismo problema. A veces empeoraba y a veces mejoraba, pero he tenido que luchar y trabajar mucho con David (Muñoz, su jefe de mecánicos) y todo el equipo para buscar algo diferente, porque hemos tenido carreras malas. Hubo que empujar mucho también con Yamaha, porque era difícil, pero no tiramos la toalla y el viernes por la mañana encontramos algo. Dimos con una moto que se ajustó más a mi pilotaje. Es difícil acabar delante porque este año hay muchos pilotos con ritmo. El resultado de la semana pasada y otros anteriores eran demasiado negativos. Jerez es un circuito que me encanta, pero después de ganar en 2016, luego siempre he sufrido. Poder hacer podio aquí, con 60 grados de temperatura en el asfalto, significa que también podremos ser competitivos en Brno.
(En la tele dijo que tuvo también que hacer política para que Yamaha le hiciera caso y volver a la moto anterior: “Hemos tenido que luchar mucho con Yamaha para que nos dejaran modificar la moto. El fin de semana pasado corrí con una que no me la sentía mía. En curva me era muy incómodo llevarla. Es duro, porque a veces surgen problemas por cuestiones políticas. Pero visto que estoy aquí y que seguiré el año que viene, es necesario que crean en mí y que trabajemos juntos. Soy un corredor que cuando me bajo de la moto doy indicaciones muy precisas. Pero tuvimos que pelear cuatro días para que Yamaha nos dejara probar lo que queríamos. Las sensaciones de la primera carrera eran tan malas que no podrían ser verdad. Puedo ser viejo y puede haber pilotos que vayan más rápidos, pero aquello no podía ser verdad. En esas circunstancias es cuando empiezas a pensar que tienes 41 años y que llevas 25 corriendo. Esta decisión del cambio del setting y el balance tenía que haber llegado antes, porque hoy me volví a divertir. Me bastaron tres vueltas para que las sensaciones de siempre volvieran”.
-¿El podio subirá la motivación de su tropa?
-Sí. Habíamos tenido carreras muy malas el año pasado, como las de Valencia o Aragón. Nos mirábamos las caras y nos faltaban hasta las palabras, con lo que surgían las dudas de que a lo mejor era el momento de quedarnos en casa, pero ya hemos tomado la decisión de correr el año que viene. Estaba un poco preocupado, porque no estaba disfrutando pilotando y resulta frustrante, porque llevo sufriendo este problema mucho tiempo. Ha habido que dedicar mucho tiempo y lo único que quiero es disfrutar en la pista, así que este podio va para todo mi equipo.
-No ha perdido el sentido del humor. Ha celebrado el podio subido a los neumáticos y dirigiéndose a una grada en la que no había nadie.
-Sí, ese lugar es donde están los baños y es un buen lugar de celebraciones mías del pasado. Quería saludar a todos los aficionados y darle un abrazo virtual a todos los que nos veían desde casa. Era muy extraño verlo vacío.
-¿Le preocupa la avería de motor de Morbidelli en su Yamaha tras la suya del domingo pasado?
-No sé qué problema ha tenido Franco. Los ingenieros estuvieron analizando mi problema y tratan de arreglarlo y entenderlo. Tenemos que prestar atención a este asunto, porque se va a cerrar el motor durante mucho tiempo, pero confío en que Yamaha sepa subsanar estos problemas.
-¿Se siente orgulloso de su academia, con podios en todas las categorías?
-Me siento muy orgulloso de mis pilotos de la academia, porque tenemos una gran relación, muy estrecha, y conjuntamente hemos hecho un gran trabajo. Hemos llegado preparados al comienzo de la temporada y ellos también me han ayudado mucho.Cuando me sentía frustrado por los malos resultados, nunca me dejaban tirar la toalla y me motivaban. Estar rodeado de tanto piloto joven me ha hecho sentirme más joven. En estas carreras, y sobre todo hoy, es un gran momento para mi equipo, para el Sky, porque han hecho podio Vietti, Bezzechi y Luca (Marini), pero también lo podían haber hecho Bagnaia y Franco sin sus averías. Y Manzi también ha hecho una gran carrera. Entrenamos muy duro y es un gran placer ver que salen bien las cosas. Mañana quedaremos todos para comer algo y celebrarlo.
-Ha comentado la lucha que ha tenido con Yamaha para que le hicieran caso con el setting y el balance de su moto. ¿Cómo tiene que luchar tanto con el palmarés que tiene?
-Ya llevo aquí mucho tiempo, pero creo que es normal, porque cuando pilotas la misma moto de Fabio y Maverick y ellos son capaces de ir tan rápido pues Yamaha piensa que yo tengo que pilotar como ellos. Pero Yamaha tiene que darme apoyo porque estoy en el equipo de fábrica y el año que viene estaré con el Petronas, así que tienen que confiar en mí. A lo mejor no soy el más rápido en la pista, pero sí que puedo disfrutar en las carreras. A veces hay que luchar por ciertas cosas y a veces me pregunto por qué, pero hemos sido fuertes en el box, no hemos tirado la toalla y hemos presionado mucho todo el equipo a los ingenieros japoneses. Si tuviera que pilotar la moto que ellos dicen, no sería lo suficientemente rápido porque no tendría motivación.
-¿Qué ha cambiado exactamente en su M1?
-No es solo una cuestión del pivote sino de otro estilo de moto. En los últimos años, con Michelin, la Yamaha ha sufrido mucha degradación del neumático trasero y a finales de 2018 y principio de 2019 estudiaron otro tema de balance de la moto para intentar conseguir desestresar el neumático trasero. Al principio iba bien. Coseché dos podios y fue bien para Maverick y Fabio, pero no tanto para mí. No se arregló el problema con el neumático y tampoco podía pilotar yo bien la moto porque tenía sensaciones muy distintas, sobre todo a la entrada de las curvas. Tampoco quiero ponerlo como excusa, porque tenemos una gran relación con Yamaha. Soy piloto Yamaha de todo corazón y forma parte importante de su historia, pero quiero ejercer un poco de presión después de este buen resultado. (Sonríe).
-¿Qué pensó cuando vio a sus dos pilotos de Moto2 en el suelo durante la vuelta de honor?
-Dije: "Esto no puede ser". Iban a chocarse los cinco, se les engancharon los semimanillares y se cayeron. Y antes Celestino (Vietti) se hizo un corte en la mano derecha en la celebración del podio. Se cortó con la botella y le tuvieron que dar 22 puntos. Un desastre. Así que en el parque cerrado, les dijo a mi hermano y a Bezzecchi que tuvieran cuidado en el podio y no hicieran ahí otro desastre.