MOTOGP I LA INTRAHISTORIA
Rossi podría llevar ya ocho años retirado como piloto de MotoGP
"2012 fue un año difícil. A menudo pensaba en dejar MotoGP. Creo que habría terminado mi carrera si Yamaha no me hubiera dado la oportunidad de regresar", asegura Valentino.
Con permiso de Andrea Dovizioso, que se encuentra negociando con Gigi Dall'Igna y Paolo Ciabatti prolongar su contrato con Ducati más allá del 31 de diciembre tras el ascenso de Jack Miller, y la decisión del Gobierno de España y autoridades sanitarias perninentes de autorizar el inicio de la temporada el 19 de julio en Jerez de la Frontera, la actualidad del Mundial de MotoGP 2020 está focalizada en Urbino.
Porque en la región de Marcas, Valentino Rossi está tomando una de las decisiones más complicadas en su larga carrera deportiva: aceptar la propuesta de Yamaha y continuar intentando conseguir esa ansiada décima corona con el Petronas SRT o retirarse de la competición. Una ardua resolución para 'Il Dottore' que podría no existir si hace ocho años la fábrica de Iwata no le hubiera ofrecido volver a pilotar una YZR-M1 como solución a los múltiples contratiempos que padecía para ser competitivo a lomos de la Desmosedici.
"La victoria en Assen 2013 fue especial porque había pasado mucho, mucho tiempo desde que había ganado por última vez. No fue unos momentos fáciles. Dos años difíciles en los que no pude ganar. Es por eso que fue genial ganar otra carrera en Assen después de más de dos años. Fue una de las victorias más importantes de toda mi carrera. Desafortunadamente, Ducati no salió según lo planeado. Fue particularmente difícil el comienzo de la temporada 2012 porque las expectativas eran muy altas. 2011 había sido bastante malo y debido a que teníamos una moto nueva, esperábamos ser significativamente más competitivos. Pero esa moto también fue bastante difícil de pilotar. Honestamente, en ese momento a menudo pensaba en dejarlo, también porque Yamaha había dicho inicialmente que no tenían una moto para mí. Fue un momento difícil en mi carrera porque creo que habría terminado mi carrera si Yamaha no me hubiera dado la oportunidad de regresar", confiesa Valentino en 'BT Sports'.
Una relación especial con la marca de los diapasones que comenzó en 2004. El hexacampeón de la clase reina ha rememorado en el programa benéfico 'Never give up – Tricolor stories' de la 'Rai 1' su fichaje por Yamaha, afirmando que tomó esta determinación porque necesitaba demostrar que ganaba por sus habilidades, no por la superioridad de la Honda: "En la primera parte de mi carrera deportiva gané mucho, es algo que pocos campeones han conseguido. Sin embargo, después de eso llegaron los años más difíciles, cuando gané menos y me llevé decepciones, y sin embargo tuve algunos días que me dieron más placer que cuando ganaba 12 carreras seguidas. En Honda estaba condenado a ganar. En aquellos años muchos decían que yo ganaba por la Honda. Fue una satisfacción, tomé una decisión loca. Es como si Hamilton dejara Mercedes para correr con McLaren. En Honda pensaban que estaba loco cuando decidí fichar por el proyecto de Yamaha, pero al final acabé demostrando que no sólo ganaba por la moto".
De igual modo, Valentino Rossi también ha recordado sus famosas celebraciones tras ganar una carrera o un título que hizo posible acercar el motociclismo a aquellos que quizás no lo seguían hasta entonces y su espectacular adelantamiento en 2008 a Casey Stoner en el Sacacorchos de Laguna Seca: "Eran bromas que a la gente le gustaba mucho. Hicimos que el motociclismo fuera conocido por abuelos e hijos y todos aquellos que quizás no lo seguían hasta entonces. Aquellas parodias tuvieron éxito porque surgían de un modo natural, y eso le quitaba un poco de peso a la seriedad que siempre reina en el deporte. Sólo lo hacíamos para reirnos. Fue uno de los adelantamientos más bonitos de mi carrera. Casey y yo nos pasamos varias veces en ese gran premio, hicimos unos cinco adelantamientos cuando no llevábamos ni tres vueltas. El problema es que todavía quedaban 27 vueltas y yo no sabía cómo iba a terminar aquello. Es necesario tener un poco de malicia competitiva en tu ADN si quieres ganar. Esto te permite marcar la diferencia en momentos cruciales entre un piloto fuerte y un campeón. Si eres políticamente correcto quizás acabés teniendo más beneficios a largo plazo".