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MOTOGP I POL ESPARGARÓ

"Estuve un minuto sin notar y poder mover nada de mi cuerpo"

Pol Espargaró recuerda las lesiones que se produjo en la durísima caída que sufrió en el 'warm-up' del GP de la República Checa 2018: "Uno de los peores momentos de mi vida".

Pol Espargaró en el GP de la República Checa 2018

"Estaba en una vuelta bastante lenta y creo que entonces forzó para hacer una vuelta rápida más. En la frenada de la curva tres perdió un poco el tren trasero, se levantó del suelo y cuando volvió a bajar trató de evitar la caída. Pensó que se iría recto pero al final iba tan rápido que se fue al suelo antes de entrar en la grava. Siendo sincero fue bastante preocupante cuando le trajeron de vuelta. Le dolía mucho la espalda, no sabíamos lo que estaba pasando". Así resumió hace dos años Mike Leitner, director del KTM Factory Racing, la fortísima caída que Pol Espargaró sufrió a lomos de la KTM RC16 durante los instantes finales del 'warm-up' del Gran Premio de la República Checa 2018.

Un virulento accidente a más de 200 kilómetros, del cual no hay imágenes de televisión, que impidió a Pol participar en los Grandes Premios de Austria y Gran Bretaña 2018 debido a las graves lesiones que presentaba en las cervicales y la clavícula izquierda, que más de 650 días después el piloto de Granollers ha rememorado en el podcast 'Carreras Cruzadas'.

"Tuve la caída bastante fuerte, en ese momento tuve una lesión en las cervicales tocando la médula espinal. Estuve en el suelo alrededor de un minuto sin notarme nada del cuerpo, no podía mover nada y fue uno de los peores momentos de mi vida", comienza su intervención Espargaró antes de confesar que, a día de hoy, sigue teniendo secuelas en un brazo: "Luego la recuperación fue muy dura porque no es como un hueso que te rompes, los problemas neuronales que yo tuve y que sigo arrastrando a día de hoy en un brazo donde noto como si me electrocutaran un poco al pasar la mano. Tuve esta sensación en todo el cuerpo durante un mes y medio, me dolía muchísimo. Además, tengo muchas lagunas de la lesión. Tengo una foto viendo una carrera con el hijo de Aleix, pero no me acuerdo de absolutamente nada porque iba muy muy infiltrado para no tener problemas en los nervios. Fue una etapa muy dura para mí, pero terminamos el año con un resultado increíble. Pensé que no seguiría".

De igual modo, el catalán asegura que una de sus grandes preocupaciones, más allá de ir lo más rápido posible sobre una moto, es conseguir que todos sus mecánicos estén bien pagados: "Las elecciones en una carrera deportiva son muy importantes, pero en nuestro deporte hasta que llegas a MotoGP puedes hacer contratos de dos años y más o menos escoger el equipo, depende de la fuerza que tengas puedes escoger un equipo técnico más cercano a ti y ya sabes más o menos que todos los mecánicos tienen un nivel estable. Nos subimos a la moto y nuestras vidas están en manos de nuestros mecánicos, y a veces los equipos no pagan bien a los mecánicos o no los tratan como deberían. Yo hago mucho hincapié todos los años en que mis mecánicos estén bien pagados porque yo estoy bien pagado y quiero que mis mecánicos también lo estén. Sobre todo mi mecánico de confianza, que siempre viene conmigo, Xavi. Hemos pasado nuestros más y nuestros menos, pero económicamente siempre le he ayudado y aportado cuando el equipo no podía. No es importante tener el mejor equipo técnico del mundo, existe el mejor técnico para ti. Por ejemplo, el de Márquez por muy bueno que sea a lo mejor no encajaríamos".

Por último, Pol Espargaró recuerda con añoranza el consejo que le dio sentado en un camión Dani Amatriaín el año de su debut en 125cc para hacerle verle la importancia de ser disciplinado y trabajador: "Es una situación compleja, porque hasta que llegas al Mundial de MotoGP o incluso en el Campeonato de España o de Cataluña, puede llegar a ser como una especie de juego. Los fines de semana te vas, dejas el colegio y te vas a correr. Pero cuando en 125cc hice mi primer ‘wild card’ en el circuito de Barcelona-Cataluña e hice la gira asiática, allí ya me di cuenta del negocio que es el Mundial de motos y un equipo profesional. La gente que está trabajando en un equipo de Moto3, que tienes unas obligaciones, tiene una serie de rutinas que te enseñan a ser bastante disciplinado. Y allí ya me di cuenta que eso iba en serio, que dejaba de ser un juego. Tuve unas conversaciones con Dani Amatriaín, que era mi mánager en ese momento cuando yo estaba debutando. Recuerdo que me sentó en el camión y me dijo: 'Mira, aquí hay muchos pilotos y todos los pilotos que hay son muy buenos. Son igual de buenos o mejores que tú. Así que la única manera de que estés aquí durante muchos años es que seas más disciplinado que ellos y que tu actitud sea mejor que la de ellos y trabajes más que ellos'. Se me quedó bastante grabado y lo vi al paso de los años, que había muchos pilotos con mucho talento que hacían carreras increíbles pero que luego no eran regulares o que caían mucho, o que no estaban bien con el equipo que tenían. Le di mucha importancia a eso: al trabajo y al esfuerzo".