Laia Sanz, a por matrícula de honor en su décimo Dakar

A sus 34 años recién cumplidos (su cumpleaños fue el pasado miércoles 11), Laia Sanz ya se ha ganado la etiqueta de Leyenda del Dakar. Lleva acudiendo a su cita con el desierto desde 2011 de forma ininterrumpida, por lo que la próxima en Arabia Saudí será la décima, un número redondo que seguro que disfrutará al máximo. No solo por el nuevo escenario o sus nuevos colores, los de GasGas, sino por todo lo que sufrió en 2018 para poder llegar a la última edición. Una mononucleosis le hizo pasar un calvario, pero lo superó.

Es lo primero que recuerda en su presentación en Barcelona: "No quiero ni acordarme, fue el peor momento no sólo de mi carrera, sino de mi vida. Lo pasé muy mal porque no estoy acostumbrada a estar parada, y tener que ir del sofá a la cama y de la cama al sofá durante meses fue muy duro. No sabía si llegaría al Dakar y si volvería a hacer vida normal. Al final, todo salió bien y estoy muy contenta por ello, pero estar en la línea de salida fue muy complicado. Terminar y hacerlo tan arriba me sorprendió mucho a mí misma".

Si después de todo lo que pasó pudo acabar 12ª en el adiós a Sudamérica, qué no podrá hacer esta vez con una preparación adecuada que incluyó "un excelente entrenamiento" en el Rally de Marruecos. ¿Dónde se ve? "Se me hace difícil hacer un pronóstico, porque nos espera un Dakar muy desconocido para todos. Seguramente será el año en el que habrá más nivel. Hay muchas marcas y muchos pilotos top, cuando veo la lista de inscritos se me hace un poco difícil pensar que pueda estar entre los 15 primeros, pero eso pasa un poco cada año".

"En velocidad pura no puedo luchar contra muchos pilotos, pero si nos encontramos un Dakar largo, con navegación, en el que pasen cosas y hago un planteamiento inteligente, puedo volver a estar en el Top 15, y quién sabe si más adelante…", añade Laia sobre sus opciones, aunque lo principal es hacer algo que ha hecho siempre, acabar: "Es el primer objetivo. Por suerte, lo he podido hacer en todos los que he disputado. Espero lo mismo de éste, aunque también me gustaría conseguir un buen resultado y seguir en la línea de los últimos años".

Y por último, habló de "un gran cambio", el de su nueva marca: GasGas. Aunque lo cierto es que es más un cambio de imagen que de mecánica porque la compañía española "ha entrado a formar parte del grupo KTM", la fábrica con la que ha corrido los últimos años, y la moto es la misma: "Para mí es un honor que me hayan elegido como embajadora de la marca. Es una etapa ilusionante y creo que en un futuro me puede aportar proyectos muy interesantes", finaliza. Nueva imagen, misma Laia Sanz. Nunca defrauda y no está dispuesta a hacerlo ahora.