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F1 | SINGAPUR | LIBRES 2

Sainz se acerca a los grandes

A una décima de Leclerc, a dos de Bottas y Albon, su McLaren fue séptimo cómodo en una segunda sesión liderada por Hamilton y Verstappen.

Singapur
Carlos Sainz (McLaren MCL34). Singapur, F1 2019.
MOHD RASFAN

Era un viernes, la pista está sucia y la noche confunde, pero Singapur ha traído igualdad a la parrilla. Entre Hamilton y Verstappen, en apariencia los mejor posicionados para luchar por la pole; entre Mercedes, Red Bull y Ferrari, todos capaces de ocupar un puesto de podio el domingo. Y entre Carlos Sainz y la clase pudiente de la F1: el madrileño terminó séptimo, a una décima de Leclerc y a dos de Bottas y Albon en un circuito largo. Además su ritmo no tuvo mucho que envidiar al del segundo Red Bull, por ejemplo. Por detrás, nadie a menos de dos décimas del piloto madrileño: Hulkenberg y Norris, quienes le precedieron inmediatamente. Las mejoras aerodinámicas del McLaren sorprenden en un trazado de alta carga y curvas lentas, quién hubiera dicho en febrero que este coche valía para casi todos los circuitos del calendario.

La jornada avanzó a trompicones con el accidente de Bottas por la mañana y la avería de Leclerc, que tuvo que cambiar la caja de cambios. En el anecdotario está también una multa de 5.000 euros a Mercedes por utilizar gasolina fría en el monoplaza de Hamilton. En un entrenamiento no tiene mayor trascendencia, pero en carrera habría generado unos cuantos disgustos en la casa de la estrella. Aun así, la flecha de plata vuelve a señalar el camino sin un Ferrari de por medio, lo que había en Spa y Monza, y eso es un alivio para el pentacampeón, que viene con peinado nuevo. En la zona media, digno Toro Rosso en un circuito de poco motor, dudas de Ricciardo y malas impresiones de Racing Point, Alfa Romeo y, sobre todo, Haas.

Ampliar

Si en Singapur hay atascos, por qué no iba a tenerlos su gran premio: 20 monoplazas encerrados entre guardarraíles se iban a encontrar, irremediablemente, así que las quejas por radio fueron constantes. Tuvieron un par de encontronazos Lewis y Carlos por la mañana, nada grave ni relevante. Por la tarde, el madrileño transmitía otros mensajes a sus ingenieros: "Este coche se siente bien ya con el neumático medio". Por lo visto el viernes, eso parece.